GRECIA | Brutalidad policial y prohibiciones arbitrarias para ocultar la información sobre la crisis de los refugiados

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Para evitar el contacto con los solicitantes de asilo, la policía ha limitado el movimiento de los periodistas en Lesbos (Grecia). Reporteros Sin Fronteras (RSF) condena una restricción estratégica de la libertad de prensa y del derecho a la información, que debe ser levantada inmediatamente.

Cuando Iason Athanasiadis, el corresponsal del diario alemán Die Welt, salía el 11 de septiembre de un asentamiento de refugiados en Lesbos, tras una marcha de solidaridad anterior, vio de repente cómo la policía detenía agresivamente a varios griegos. Se identificó como periodista y empezó a hablar con uno de los detenidos. Sin embargo, se convirtió en el blanco de la violencia policial. Alegando que no había respetado la orden de la policía, los oficiales decidieron detenerlo. Tres o cuatro de ellos lo arrojaron al suelo y presionaron su cuerpo con sus rodillas de forma tan violenta que terminó gritando de dolor. Fue puesto en libertad tras una hora de detención.

Iason Athanasiadis es uno de los reporteros que cubrió la crisis humanitaria causada por el incendio en el Campo de Refugiados de Moria y que dejó a más de 11.000 personas sin refugio la mañana del 9 de septiembre. Desde entonces, la policía griega ha ido alternado entre permisos y prohibiciones para los profesionales de los medios de comunicación que desean entrar en el Campo de Moria o en un sitio cercano de refugiados temporales.

Las restricciones las han sufrido, entre muchos otros, Isabel Schayani de la televisión pública alemana ARD; la periodista independiente Franziska GrillmeierMaria Malagardis del diario francés LibérationMortaza Behboudi de la televisión franco-alemana ARTEMarina Rafenberg, corresponsal de varios medios de comunicación franceses y Katy Fallon que trabaja para medios de comunicación de habla inglesa. Mientras que en algunas ocasiones los oficiales cumplían órdenes motivadas por la COVID-19 o una operación militar, en otras solicitaban acreditaciones especiales, como ha podido saber RSF.

«La estrategia de las autoridades griegas es clara: desalentar a los periodistas de informar sobre cómo manejan la crisis de los refugiados en Lesbos, incluso a costa de la violencia policial. No sólo violan la libertad de prensa, sino que también niegan el derecho a la información al público local e internacional mientras se habla de ayudar a Grecia. Las autoridades deben permitir inmediatamente a los periodistas acceder a los asentamientos de refugiados», denuncia Pavol Szalai, jefe del departamento para la UE y los Balcanes de RSF.

La arbitrariedad y las inciertas condiciones de trabajo de los periodistas en Lesbos han sido condenadas en una carta abierta a las autoridades griegas firmada el 16 de septiembre por siete organizaciones de libertad de prensa, entre ellas RSF.

Al menos desde 2017, la policía griega ha obstaculizado la información de los medios de comunicación de Lesbos, ha procesado a algunos periodistas y no ha protegido a otros de los ataques de los antiinmigrantes.

Grecia ocupa el puesto 65 de 180 países en la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa de RSF para 2020.

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