Reporteros Sin Fronteras acusa al gobierno de Eritrea de una negación total de la realidad en su primer informe remitido a la Comisión Africana sobre los Derechos Humanos y los Pueblos, y anuncia la presentación de un informe alternativo con una realidad mucho más oscura del estado de la libertad de prensa en Eritrea.
El “informe nacional inicial” del gobierno eritreo se refiere a un periodo comprendido entre 1999 y 2016, y afirma lo siguiente: “El principio fundamental contenido en la Carta Nacional, en la Constitución eritrea de 1997 y en los códigos nacionales, garantiza el derecho de los ciudadanos a la expresión y opinión sin interferencias”.
El texto del gobierno eritreo será presentado ante la Comisión Africana sobre los Derechos Humanos y los Pueblos entre el 28 y el 30 de abril, durante la 62 sesión de dicha Comisión en su sede de la capital Mauritana, Nouakchott.
Por su parte, Reporteros Sin Fronteras presentará un texto paralelo redactado por la sección sueca de la organización, que enfatiza el abismo entre la situación descrita por las autoridades eritreas y la realidad sobre el terreno.
“El informe del gobierno eritreo constituye una clara negación de la realidad”, afirma Arnaud Froger, responsable de la oficina de África de Reporteros Sin Fronteras. “La libertad de expresión e información no existen en la dictadura de Issayas Afeworki, que es una de las mayores cárceles de África para informadores. 17 años después de que las autoridades eritreas acabaran con todos los medios independientes del país, ya es hora de poner en libertad a los muchos periodistas encarcelados que llevan años detenidos arbitrariamente”, añade.
¿Sigue vivo Dawit Isaak, el periodista sueco-eritreo, cofundador del periódico Setit, y galardonado con el premio Guillermo Cano de la UNESCO en 2017? Como muchos otros periodistas eritreos, lleva detenido 17 años preso sin haber sido presentado nunca ante un tribunal, sin juicio y sin cargos.
No tiene acceso a su abogado y su familia no tiene noticas de él desde 2005. Fue detenido en septiembre de 2001 con otros diez políticos y periodistas que cuestionaron abiertamente las tendencias autoritarias del régimen.
El ministro de exteriores eritreo aseguró en una entrevista en 2016 a Radio France Internationale que todos ellos seguían vivos y que serían juzgados cuando “el gobierno lo decidiese”.
Eritrea sigue ocupando el penúltimo puesto de los 180 países que conforman la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa elaborada anualmente por Reporteros Sin Fronteras. En 2016 un grupo de periodistas extranjeros tuvo acceso a viajar a la capital, Asmara, bajo una férrea escolta, pero sólo la emisora creada en París, Radio Erena, con periodistas eritreos exiliados, puede informar de manera independiente de lo que sucede en Eritrea.
Consulte el informe completo aquí (en inglés).
Consulte más información sobre Eritrea en el Informe Anual elaborado por RSF-España.