GUINEA ECUATORIAL | «No iremos a Malabo»
La 17ª Cumbre de la Unión Africana se desarrolla actualmente en Guinea Ecuatorial, uno de los países de África más cerrados a los periodistas y más hostiles a la libertad de prensa. Para esta ocasión, Reporteros sin Fronteras publicó en el sitio Slate Afrique un artículo titulado“No iremos a Malabo» (en francés).
La cumbre comenzó el 23 de junio de 2011 en Guinea Ecuatorial. Un país donde Reporteros sin Fronteras quería desarrollar una misión, pero las ONG no son bienvenidas… 52 jefes de Estado y de gobierno se reúnen en Sipopo –un lugar descrito con frecuencia como paradisiaco, ubicado a algunos kilómetros de Malabo, la capital de Guinea Ecuatorial–, con motivo de la Cumbre de la Unión Africana, que comenzó el 23 de junio y finalizará el próximo 1 de julio.
El presidente de la República de Guinea Ecuatorial, Teodoro Obiang Nguema, anfitrión del evento en calidad de presidente en funciones de la Unión Africana, hizo construir para la ocasión un complejo residencial ultralujoso. Costo total de la inversión: más de 830 millones de dólares, es decir, unos 587 millones de euros.
Qué importa si tres cuartas partes de la población del país viven por debajo del umbral de la pobreza, pese a los exorbitantes ingresos provenientes del petróleo (el país es uno de los principales productores mundiales de oro negro). El jefe de Estado no escatima recursos. Guinea Ecuatorial debe aparecer con su mejor cara para adquirir mayor fama y atraer a los inversionistas extranjeros. La sociedad civil no participará en la cumbre. Los periodistas que querrían ser críticos tampoco. Estos serán estrictamente vigilados o se les mantendrá al margen.
Violaciones de los derechos humanos, falta de libertad de prensa
País que ya era hostil al respeto de los derechos humanos, Guinea Ecuatorial “hizo limpieza” recientemente, lo que suscitó algunas reacciones de ONG y de la comunidad internacional. Preocupado por las revoluciones en los países árabes y por no verse debilitado antes de acoger la Cumbre de la UA, el régimen de Malabo dio hace unos meses una vuelta de tuerca. Amnistía Internacional denunció un “aumento de las detenciones arbitrarias”, dando cuenta de las redadas policiales en barrios donde viven extranjeros o inmigrantes indocumentados. Asimismo, mencionó que a finales de mayo fue detenida una centena de estudiantes, “sin que se explicaran los motivos”. Human Rights Watch también manifestó su preocupación por la degradación de la situación de los derechos humanos en vísperas de la cumbre. Por su parte, expertos de las Naciones Unidas denunciaron el uso sistemático de la tortura.
Durante ese tiempo, la Radiotelevisión de Guinea Ecuatorial (RTVGE) transmitió anuncios publicitarios que alababan al presidente Obiang y su “desarrollo” del país. En Guinea Ecuatorial prácticamente no existe la prensa privada. Ésta se limita a unas cuantas publicaciones. Los periodistas de los medios de comunicación del Estado se ven obligados a difundir la propaganda oficial. Puesto que tienen el estatus de funcionarios, pueden ser despedidos de la noche a la mañana, sin aviso previo ni explicación. El país no cuenta con ningún sindicato ni asociación de defensa de periodistas. El Ministerio de Información, constituido en su totalidad por miembros del Partido Democrático de Guinea Ecuatorial (PDGE, en el poder), funciona como órgano de regulación de los medios de comunicación.
En 2010 Guinea Ecuatorial se encontraba en el lugar 167 (de entre 178 países) en la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa de Reporteros sin Fronteras (RSF). Era así el cuarto país africano peor clasificado, tras Eritrea, Sudán y Ruanda, justo adelante de Somalia.
Expulsan a un equipo de televisión alemán
Entre los acontecimientos más recientes, el 11 de junio pasado tres periodistas de la cadena televisiva alemana ZDF fueron llevados al aeropuerto de Malabo y expulsados del país, tras haber sido retenidos varias horas. Jorg Brase, periodista, Michael Berger, camarógrafo, Stanley Oriaro, asistente de cámara, y su traductor-guía ecuatoguineano fueron detenidos por agentes de seguridad del Estado vestidos de civil, visiblemente por órdenes del director de la Televisión Nacional, Teobaldo Nchaso Matomba, cuando filmaban un concierto en el Centro Cultural Francés de Malabo. El equipo había grabado antes algunas imágenes en un barrio pobre, de donde es originaria una jugadora de futbol ecuatoguineana (la Copa del Mundo de futbol femenina comenzó el 26 de junio en Alemania y Guinea Ecuatorial participa en ella). Los periodistas también habían entrevistado al líder de la oposición, Placido Mico Abogo, y a abogados defensores de los derechos humanos. Las autoridades borraron las imágenes filmadas y confiscaron las tarjetas de memoria. Un verdadero incidente diplomático. Días más tarde, el Ministerio de Asuntos Extranjeros alemán citó al embajador de Guinea Ecuatorial en Alemania. Por su parte, el periódico alemán Der Spiegel publicó dos artículos muy críticos del país, ofendido por el trato dado a sus colegas de la ZDF. A cambio, el primer ministro de Guinea Ecuatorial, Ignacio Milam Tang, se entrevistó a su vez con un diplomático alemán en Malabo, para darle a conocer su desaprobación.
“Términos peyorativos”
Desde hace varios años Teodoro Obiang Nguema se encuentra en la lista de Predadores de la Libertad de Prensa denunciados por Reporteros sin Fronteras. En septiembre de 2009 el secretario general de la organización se entrevistó con el embajador de Guinea Ecuatorial en París, Federico Edjo Ovono, para tratar el caso del corresponsal de la Agencia France-Presse (AFP) y de Radio France Internacional (RFI), Rodrigo Angue Nguema, detenido entonces en la prisión Black Beach. Durante la entrevista, el diplomático africano, acompañado de abogados franceses del presidente Teodoro Obiang Nguema y del Estado ecuatoguineano, imputó a RSF su “desconocimiento” de la realidad del país e incitó a la organización a “reconsiderar el estatus de predador que le pusieron a nuestro presidente”. Bien decidida a visitar el lugar a inicios de abril de 2011 para dar cuenta de la situación de los medios de comunicación y de la libertad de prensa en el país, Reporteros sin Fronteras escribió al embajador de Guinea Ecuatorial en París para darle a conocer su intención de solicitar un visado. En una carta, con fecha del 11 de marzo, el diplomático hizo saber a la ONG que no era bienvenida en Malabo:
«[…] ustedes comprenderán que actualmente no nos es posible dar una respuesta favorable a su solicitud de ingreso [al país] ni por parte de S.E. el Señor Presidente de la República, ni del Portavoz del gobierno y, aún menos, hacerles una invitación privada, ya que los términos peyorativos empleados contra nuestro presidente siguen apareciendo en su sitio [web]”.
Buen intento de controlar una parte del espacio editorial de Reporteros sin Fronteras. El embajador agrega:
«En efecto, a nuestro juicio, ustedes no pueden utilizar los calificativos que emplean para hablar del Presidente de la República de Guinea Ecuatorial, y menos aún para hablar del Presidente de la Unión Africana, que fue elegido y reconocido por sus iguales”.
Que no se preocupe el Señor predador de la libertad de prensa. Puede recibir a sus iguales con toda tranquilidad. Su régimen, que ya vuelve a Malabo inaccesible para los periodistas que podrían criticarlo o que querrían simplemente describir la realidad de este país, debería tener esta semana un ojo más que atento sobre los medios de comunicación presentes en la cumbre.