| Una comisión de investigación recomienda al gobierno prohibir la BBC
04.03.2015 18:16
Una comisión de investigación sobre los contenidos del documental de la BBC “Ruanda: la historia no contada”, al que acusan de negar el genocidio de 1994, ha recomendado a las autoridades ruandesas que demanden a la cadena y prohiban su difusión local en el país.
Tras una deliberación de tres meses, la comisión emitió sus conclusiones el 28 de febrero determinando que “en general, la BBC ha abusado de la libertad de prensa y de expresión, violando sus propias líneas editoriales, transgrediendo los cánones periodísticos y violando la legislación ruandesa, en concreto aquella que se refiere a la negación del genocidio, el revisionismo, la incitación al odio y la división entre los rwandeses”.
La comisión ha instado al gobierno de Ruanda a revocar el acuerdo de difusión alcanzado con la BBC, tanto para sus emisiones radiofónicas como televisivas, y ha recomendado que los “órganos respectivos del gobierno ruandés emprendan un proceso civil y penal”. Finalmente, añade que el acuerdo puede ser revisado bajo determinadas circunstancias que incluyen un reconocimiento por parte de la BBC del error cometido.
“Reporteros Sin Fronteras considera desproporcionadas estas recomendaciones”, afirma Cléa Kahn-Sriber, responsable de la oficina de África de la organización. “Esta comisión, al intentar censurar a la BBC e imponer una única visión de los hechos está violando la liberad de expresión y de prensa. Debería revisar sus recomendaciones para no terminar censurado al principal medio independiente que emite en Ruanda, y el gobierno debería también permitir a la BBC abrir su oficina local”, añade Kahn-Sriber.
La decisión final sobre las emisiones e la BBC la tomará una autoridad reguladora (la RURA) después de estudiar las conclusiones de la comisión de investigación y después de que el gobierno le haya otorgado la potestad de tener la última palabra sobre este tema, violando sus propias normas.
La BBC, que se ha negado a comparecer ante la comisión de investigación, ha afirmado a Reporteros Sin Fronteras que sólo espera la decisión final de la RURA y que no habrá recurso si ésta decide adoptar las recomendaciones de la comisión de investigación.
Las autoridades ruandesas ya suspendieron en octubre las emisiones de la BBC en Kinyarwanda y la emisora teme que las autoridades ruandeses pongan fin también a sus emisiones en swahili y en inglés.
“Estamos muy decepcionados por las conclusiones de esta comisión”, ha dicho la BBC en un comunicado, el 1 de marzo. “Reivindicamos nuestro derecho a ejercer el periodismo independiente que nos ha convertido en uno de los medios de comunicación más fiables del mundo”, añadía el comunicado, que presentaba también sus propias conclusiones sobre el documental en conflicto, al que consideraba “una valiosa contribución a la compresión de la trágica historia del país y de la región”.
El Presidente Paul Kagame rechazó ser entrevistado para el documental y acusó a la BBC de intentar negar los hechos de 1994 y dañar la imagen de Ruanda. Según la legislación ruandesa, cualquier referencia étnica al genocidio se castiga con penas de prisión bajo la acusación de “promover las divisiones”.
A lo largo de los años, el término “Genocidio ruandés” ha sido gradualmente sustituido por “genocidio de los Tutsis”. Desde 2013 está prohibido cualquier cuestionamiento al “espíritu de Ruanda”, tras una campaña iniciada por el gobierno, “Yo soy ruandés”, que incluye la culpa colectiva del los Hutu de las víctimas del genocidio.
