| RSF denuncia la campaña de intimidación contra la agencia de regulación de medios que criticó la suspensión de la BBC
07.11.2014 23:37
Reporteros Sin Fronteras pide a las autoridades ruandesas que defiendan a la Comisión Ruandesa de Medios, el ente encargado de la autorregulación de los medios, que está siendo blanco de ataques y amenazas desde que manifestara su rechazo a la suspensión de la emisiones de la BBC en la lengua de Kinyarwanda, el 25 de octubre.
Los ataques empezaron a través de una docena de comentarios en Twitter cuestionando a la comisión, su legitimidad y su presidente Fred Muvunyi, que simplemente se había atrevido a argumentar que la agencia del gobierno que suspendió las emisiones de la BBC no tenía la autoridad de hacerlo sin consultar primero a la comisión.
Este agencia gubernamental – la Autoridad Ruandesa de Regulación de los Medios- suspendió las emisiones del servicio de la BBC en Gahuzamiryango tras la difusión del documental «Ruanda, la historia no contada» emitida por la televisión BBC2 a mediados de octubre.
El 5 de noviembre, de nuevo sin contar con la Comisión Ruandesa de Meidos, la Autoridad Ruandesa de Regulación de los Medios anunció la creación de una comisión ad hoc para investigar las acusaciones de que el documental de la BBC negaba el genocidio Tutsi en 1994.
Algunos de los comentarios en Twitter contra la comisión eran anónimos, algunos de periodistas y otros de personas cercanas al Gobierno, incluido Arthur Asiimwe, director de la Agencia Ruandesa de Radiodifusión.
Asiimwe, que ya criticó el principio de que los medios se autorregularan, ha publicado además un artículo en el periódico The New Times sobre el tema. Las campañas de intimidación en Twitter son un elemento recurrente en Ruanda.
«La Comisión Ruandesa de Medios es víctima de intentos de minar su credibilidad y negar su legitimidad. Si desaparece o ve restringidos sus poderes, el Gobierno tendrá más libertad de censurar los contenidos que no le gusten», afirma Cléa Kahn-Sriber, responsable de la oficina de África de Reporteros Sin Fronteras. La organización pide que se respete su la función de la comisión y terminen de inmediato las amenazas a su presidente.
La Comisión Runadesa de Medios, que entró en funcionamiento en septiembre de 2013, fue creada como respuesta al entonces deseo del Gobierno de poner fin al control estatal sobre los medios de comunicación. En junio de 2011, el gobierno anunció una nueva política basada en la autorregulación, y en 2013, a través de una ley de medios, se autorizó a la comisión la emisión de las tarjetas de acreditación para la prensa y de regulación de los contenidos en base a un código de ética. Desde entonces ha tomado posturas muy meditadas sobre el comportamiento del Gobierno hacia los medios de comunicación.
Por su parte, la Autoridad Ruandesa de Regulación de los Medios es una agencia gubernamental con un amplio espectro de responsabilidades, entre ellas los servicios postales, el transporte y la sanidad. Con respecto a los medios tienen unas atribuciones vagamente definidas que incluyen la «protección al público contra informaciones falsas». Sin embargo, mediante un acuerdo firmado con la comisión, en septiembre de 2013, sus funciones eran estrictamente técnicas y sólo podía tomar medidas después de consultarlo con ésta.
