La policía de Kampala expulsó a una veintena de periodistas del ayuntamiento de la ciudad donde se estaba destituyendo al alcalde, Erias Lukwago, tras la disputa entre éste y la Directora Ejecutivo de la Villa (KCCA), Jennifer Musisi, nombrada directamente por el Presidente, y conocida por sus diversos intentos de intimidación a la prensa. Los hechos sucedieron el 25 de noviembre y un día después el presentador Richard Kasule y el reportero Mulindwa Mukwasa fuero detenidos.
A los periodistas que ya se encontraban en el interior del ayuntamiento también se les impidió volver al edificio cuando salieron para presenciar el altercado entre los agentes de la policía y uno de los abogados del alcalde. Según uno de los periodistas presentes, sólo se permitió volver a entrar al ayuntamiento a los profesionales de los medios estatales, mientras que otros periodistas fueron esposados por la policía en el intento de los agentes de hacerse con los teléfonos móviles de aquellos que habían filmado el incidente.
El 26 de noviembre, el jefe de policía de Kampala, Andrew Kaweesi, prometió «encargarse de los periodistas» que, según él, estaban publicando informaciones falsas e incitando a actos violentos. Ese mismo día, el comediante y presentador de un programa en Top FM Radio, Richard Kasule, fue detenido y llevado a comisaría horas después de entrevistar a un diputado del alcalde, Suleiman Kindandala. Poco antes de su detención, un oficial de la Comisión de Comunicación había llamado a la emisora para pedir a sus responsables que pusieran fin inmediatamente a la entrevista. Éstos se negaron y Kasule terminó en la comisaría de Wandegeya, donde fue formalmente detenido y acusado de incitar a la violencia antes de ser transferido a las dependencias de la policía de Kampala.
Mukwasa, que dirige la Red de Periodistas por los Derechos Humanos, y trabaja para Wavah Broadcasting Services, fue detenido por intentar visitar al presentador de Top FM Radio y fue puesto bajo custodia policial, acusado de obstruir a la policía y negarse a obedecer sus órdenes. Otra periodista, de la agencia de noticias Uganda Radio Network, también fue detenida pero fue puesta en libertad posteriormente tras la intermediación de los responsables de su medio de comunicación.
«Es intolerable impedir a periodistas acreditados cubrir los acontecimientos públicos municipales. Este comportamiento violento por parte de la policía y las amenazas del jefe de policía son impropias de un país democrático», denuncia Reporteros Sin Fronteras. La organización pide igualmente la inmediata puesta en libertad de todos los detenidos.
