Reporteros Sin Fronteras (RSF) condena el acoso a los periodistas por parte del gobierno del presidente Robert Mugabe y el partido gobernante ZANU-PF en las últimas semanas. Los informadores han sido objeto de intentos de intimidación, agresiones físicas y detenciones sin justificación.
El acoso se relaciona con una ola de protestas contra el gobierno que comenzó hace varios meses y que surgió cuando se reveló la enorme suma (más de 700.000 euros) que el estado dedicaba a las celebraciones del 92 cumpleaños de Mugabe a pesar de la profunda crisis económica.
El pastor Evan Mawarire encabeza esta nueva ola de oposición. Después de criticar los defectos del régimen en una serie de mensajes de Internet, Mawarire fue detenido el 12 de julio bajo la acusación de intentar derrocar al gobierno y retenido durante 48 horas hasta que un tribunal de Harare desestimó el caso.
Como resultado de la creciente oposición, las autoridades están tomando medidas drásticas sobre todos aquellos a los que ve como posibles críticos del gobierno y del ZANU-PF, entre ellos los periodistas.
«Condenamos la violencia contra los periodistas», apunta Reporteros Sin Fronteras. «Lejos de condenar estos excesos, el presidente los perdona, porque se identifica a los periodistas con la oposición y no reconoce su función de servicio público. Después de que el último caso hace dos días, advirtió: ‘les digo a los periodistas y a aquellos a los que representan (…) que Mugabe todavía está aquí'».
«Llamamos a las autoridades judiciales de Zimbabue a emprender una investigación sobre toda esta violencia con el fin de acabar con la impunidad de los abusos contra los periodistas, abusos que claramente infringen tanto la constitución del país como sus leyes».
Los miembros de ZANU-PF actúan impunemente
La última víctima fue el reportero de Daily News Mugove Tafirenyika, a quien golpearon jóvenes miembros del ZANU-PF, que actuaban como agentes de seguridad en una reunión política en Harare, el 27 de julio. El reportero acababa de hacer una foto de un altercado entre los jóvenes y un político que acababa de tomar una foto de la carpa VIP donde estaba Mugabe. Cuando Tafirenyika se negó a eliminar su foto con el argumento de que estaba acreditado, los jóvenes lo atacaron. Los demás periodistas se fueron del mitin en solidaridad con Tafirenyika.
Con piedras y palos atacaron a Albert Masaka, un periodista del diario Newsday, cuando asistió a un mitin del ZANU-PF en Chitungwiza, una ciudad a pocos kilómetros de Harare, el 18 de junio. La policía intervino pero no detuvo a los atacantes, que se fueron con el material del periodista.
Censura también para los periodistas extranjeros
Cinco periodistas – Edgar Gweshe , Garikai Chauza , James Jemwa , Khumbulani Zamuchiya y Chris Mahove – fueron detenidos el 26 de junio cuando cubría una de las protestas regulares en los alrededores del lujoso Hotel Harare Rainbow Towers. Los manifestantes querían desalojar al vicepresidente segundo Phelekezela Mphoko, que ha estado viviendo allí durante casi dos años y ha acumulado una factura de varios cientos de miles de dólares. Cuando el reportero de la Agencia France-Presse Farai Mugano fue a cubrir la protesta, el 14 de julio, fue detenido y puesto en libertad sin cargos.
Alex Crawford, enviado especial de la cadena británica Sky News, y su cámara, Garwen McLuckie, fueron deportados el 13 de julio a pesar de que tenían permiso para hacer un reportaje en Zimbabue. Fueron detenidos después de entrevistar al Pastor Mawarire y llevados directamente al aeropuerto, donde permanecieron durante 12 horas sin que se les permita hablar con su abogado. Su equipo fue registrado y algunos de sus papeles fueron fotografiados. Lejos de disculparse, el ministro de Información, George Charamba, dijo a AFP que » violaron nuestras leyes, por eso los echamos. No se entra en un país sin acreditación».
Mugabe figura en la lista de los 40 «Depredadores de la libertad de prensa» de Reporteros Sin Fronteras. Zimbabue ocupa el puesto 124, de 180 países, en la Clasificación Mundial 2016 de la Libertad de Prensa de RSF. Más sobre el país, en el Informe Anual de la organización.