Reporteros Sin Fronteras denuncia las agresiones físicas y verbales a varios medios de comunicación y periodistas durante las manifestaciones previas al ingreso en prisión del expresidente Lula da Silva, que se entregó a la policía el pasado 7 de abril. RSF considera intolerable este comportamiento hacia la prensa y pide a las autoridades y a los manifestantes que respeten el trabajo de los medios de comunicación.
El 7 de abril, al menos ocho periodistas fueron víctimas de agresiones por parte de manifestantes que se reunieron frente al Sindicato de los Metalúrgicos para apoyar el expresidente Lula, condenado a ocho años de cárcel. Varios reporteros de las radios CBN, Bandnews FM y Jovem Pan, y de los canales Bandnews, Rede TV y Globosofreram recibieron agresiones físicas y verbales cuando cubrían los momentos previos al ingreso en prisión de Lula. En algunos casos los periodistas tuvieron que abandonar el local por motivos de seguridad.
Las agresiones a la prensa se habían producido también en las manifestados de los días anteriores, cuando se decretó la orden de prisión para el expresidente. Los vehículos de Bandnews FM y del periódico Correio Brazilense sufrieron varios desperfectos en Sao Paulo y Brasilia. En João Pessoa, capital de Paraíba, los manifestantes atacaron la sede de TV Cabo Branco, afiliada local de Globo.
“Las autoridades brasileñas deben garantizar el trabajo de la prensa, particularmente importante en este periodo de fuertes tensiones políticas”, afirma Emmanuel Colombié, director regional de la oficina de América Latina de Reporteros Sin Fronteras. “Los periodistas brasileños son injustamente identificados como blanco, víctimas de la indignación de los manifestantes que los asocian directamente con la postura editorial de los medios para los que trabajan. Se trata de un atentado grave a la libertad de prensa, derecho tan necesario en estos tiempos turbulentos”.
Los ataques contra los medios de comunicación y periodistas son recurrentes en el país. El 26 de marzo de 2018 un desconocido disparó a la sede del periódico Jornal dos Bairros do Litoral, en el estado de Paraná.
Con el encarcelamiento de Lula se ha acentuado la polarización política, ya de por sí elevada desde la destitución de la presidenta Dilma Rousseff en 2016. Las elecciones presidenciales de octubre puedes llegar a reforzar aún más ese clima de desconfianza y violencia en relación a la prensa.
Brasil ocupa el puesto 103 de los 180 países que conforman la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa elaborada anualmente por Reporteros Sin Fronteras.
Consulta más información sobre la situación de la libertad de prensa en Brasil en el Informe Anual elaborado por RSF-España.