Tras el asesinato en la calle y a plena luz del día de Igor Padilla, periodista del canal informativo HCH, Reporteros Sin Fronteras (RSF) expresa su gran preocupación por el elevado grado de violencia que golpea a la prensa hondureña y hace un llamamiento a las autoridades para que esclarezcan esta atrocidad.
El martes 17 de enero, alrededor de las 17:00 horas, cuando el periodista Igor Padilla supervisaba la grabación de un anuncio publicitario en una tienda para niños en la colonia Suyapa, en la ciudad de San Pedro Sula (noroeste del país), el periodista recibió una llamada telefónica que, según testigos, lo hizo salir de la tienda. Cuando se encontraba afuera, se acercó una furgoneta y cuatro hombres encapuchados y vestidos de policías le dispararon. El periodista, que recibió numerosos balazos, fue trasladado inmediatamente al hospital, pero murió enseguida.
Igor Padilla trabajaba en la sección de sucesos del canal de televisión nacional Hable Como Habla (HCH) y también producía para el mism canal un programa de comedia llamado “Los Verduleros”. Nunca había recibido amenazas ni solicitado medidas de protección particulares.
«Reporteros Sin Fronteras hace un llamamiento a las autoridades hondureñas para que identifiquen lo antes posible a los autores intelectuales y materiales de este crimen odioso, y que estos rindan cuentas ante la justicia”, señaló Emmanuel Colombié, responsable de la Oficina de América Latina de Reporteros Sin Fronteras.
“Con este ataque a Igor Padilla, es toda la prensa hondureña la que es agredida. Honduras sigue siendo uno de los países más peligrosos del continente para los periodistas; el gobierno hondureño debe establecer de forma urgente un mecanismo de protección eficaz para detener esta espiral mortífera”, añadió.
El 12 pasado de enero Eduardo Maldonado, periodista y propietario de HCH, recibió amenazas por Facebook. En el mensaje le pedían que despidiera a la periodista Elsa Oseguera, a quien acusaban de pertenecer a la pandilla de los Mara Salvatrucha (MS), o de lo contrario matarían a Ernesto Rojas y Suly Cálix, corresponsales del canal en la ciudad de San Pedro Sula.
Aunque por el momento no es posible establecer si existe una relación entre el asesinato de Igor Padilla y las amenazas, estas sí que muestran el tenso clima en el que trabaja la prensa en Honduras, asediada por la violencia del crimen organizado y la corrupción de los políticos, que genera uno de los niveles de impunidad más altos de América Latina.
Honduras se encuentra en el lugar 137, entre 180 países, en la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa 2016 de Reporteros Sin Fronteras. Más sobre el país, en el Informe Anual de la organización.
