El 1 de diciembre de 2018, fecha en la que Andrés Manuel López Obrador se convertía en presidente de México, encontraron asesinado al periodista mexicano Jesús Alejandro Márquez Jiménez en el estado de Nayarit. Reporteros Sin Fronteras (RSF) pide a las autoridades locales que, en su investigación, consideren como prioritaria la profesión de la víctima como móvil del crimen y pide al nuevo presidente mexicano que haga de la protección de los periodistas una prioridad de su mandato.
Jesús Alejandro Márquez Jiménez, fundador del diario digital Orión Informativo y excolaborador del diario local Crítica Nacional Noticias, fue encontrado asesinado a balazos el sábado 1 de diciembre en la ciudad Tepic, estado de Nayarit (oeste de México). Su familia había denunciado su desaparición ese día (no tenía noticias de él desde el viernes). Encontraron su cuerpo horas más tarde, al borde de un camino, con impactos de bala; no fue identificado oficialmente hasta el día siguiente.
En Orión Informativo, Jesús Alejandro Márquez Jiménez denunció enérgicamente y de forma directa las relaciones de funcionarios y políticos locales con el crimen organizado.
En las pasadas elecciones locales el periodista fue candidato a regidor del municipio de Tuxpan por el partido Movimiento Regeneración Nacional (Morena). Según la primera información recabada por RSF, miembros del vecino municipio de Tecuala lo acusaron de difamación seis meses atrás.
“Las autoridades de Nayarit deben desarrollar una investigación exhaustiva sobre este oscuro crimen y dar prioridad a la hipótesis de que éste estuvo relacionado con la labor profesional del periodista”, señaló Emmanuel Colombié, director del Despacho América Latina de Reporteros Sin Fronteras (RSF). “Simbólicamente este nuevo asesinato, ocurrido el día de la toma de protesta de López Obrador, muestra una vez más la urgencia de que las autoridades federales mexicanas examinen y reformen a fondo el sistema de protección de los periodistas en el país”, añadió.
El nuevo presidente mexicano se comprometió a luchar contra la corrupción. La mayoría de los periodistas asesinados en México investigaban casos en los que políticos locales estaban conchabados con miembros del crimen organizado.
Este 2018 se han registrado en México al menos 9 casos de periodistas asesinados en los que el móvil del crimen tenía relación directa con su labor profesional. En noviembre pasado los periodistas Rodrigo Acuña Morales (Veracruz) y Ana Ledesma (Quintana Roo) sobrevivieron milagrosamente a intentos de asesinato.
México ocupa el lugar 147, entre 180 países, en la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa 2018 de Reporteros Sin Fronteras. Ver también el Informe Anual de la organización.
