La noche del 4 de octubre dos individuos se identificaron como integrantes del Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP) e instalaron tres artefactos explosivos en las oficinas de la radio privada Guyra Campana en la ciudad de Horqueta (departamento de Concepción, que colinda al norte con Brasil). «El EPP actúa bajo esa denominación desde el año 2008 y se reivindica como una organización guerrillera al servicio de la causa de la reforma agraria. No obstante, sus acciones –secuestros y extorsiones– recuerdan más los métodos del crimen organizado», advierte RSF.
César Rojas, director y propietario de la emisora, relató cómo dos individuos armados irrumpieron en la sede de radio Guyra Campana mientras la locutora Teresa Fleitas dirigía su programa, y ordenaron al personal que evacuara el local porque venían “a hacer volar la radio”.
Las dos bombas -la tercera fue desactivada por la policía- dañaron severamente las instalaciones de la emisora y la obligaron a interrumpir su emisión. Los individuos amenazaron también a tres periodistas que debían “prepararse para morir” por sus críticas al EPP y distribuyeron un comunicado dirigido a los “señores periodistas de Concepción y Horqueta” donde denuncian una “campaña sucia” contra el EPP.
Los periodistas amenazados son Freddy Rojas, hijo de César y corresponsal del diario ABC Color en la región, y los locutores Juan Benítez y María Victoria Piccardo. Reporteros Sin Fronteras se une al Sindicato de Periodistas del Paraguay (SPP) en su petición de justicia y medidas de protección, tanto para los periodistas víctimas de este ataque como para para todos aquellos que ejercen su oficio en regiones de alto riesgo, entre las que se encuentra Concepción.
“En una misión efectuada en 2011, Reporteros Sin Fronteras pudo constatar el grado de aislamiento y de exposición al peligro al que se exponen los periodistas de este territorio, que padecen una doble amenaza: la de los cárteles y la del EPP. RSF pide la elaboración de un verdadero protocolo de seguridad por parte de todas las organizaciones del gremio periodístico para que los profesionales de los medios de comunicación puedan desarrollar su trabajo sin miedo a represalias y sin autocensura.
La elevada inseguridad y el clima político generado por el golpe de Estado parlamentario que derrocó al presidente Fernando Lugo, el 22 de junio de 2012, afectan gravemente al periodismo en Paraguay, muy en particular a las radios comunitarias de territorios rurales.