AUSTRALIA | RSF condena la respuesta policial a las revelaciones de “NBN leaks”

Reporteros Sin Fronteras pide a las autoridades australianas que cesen las operaciones policiales contra los medios australianos implicados en la publicación de informaciones sobre al empresa gubernamental National Broadband Network Company (NBN Co). Estas actuaciones, iniciadas el 19 de mayo, contravienen el principio de protección de las fuentes.

La policía federal australiana (AFP) ha llevado a cabo varias redadas en las redacciones de diversos canales de televisión, periódicos y páginas en Internet implicadas en la difusión de los gastos de la NBN, responsable de abastecer los hogares de los australianos con conexiones de fibra óptica.

Según la web Crikey, la policía federal ha autorizado investigar los correos electrónicos, ordenadores, llamadas telefónicas y documentos oficiales de los trabajadores de The Weekend Australian, Australian Financial Review, Australian Broadcasting Corporation (ABC), The Sydney Morning Herald y la web Delimiter.

“Esta redada sin precedentes ha sembrado una seria duda sobre la libertad de prensa e información en Australia”, afirma Benjamin Ismaïl, responsable de la oficina de Asia-Pacífico de Reporteros Sin Fronteras. 

“Por desgracia estos hechos confirman la caída del país en los puestos de la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa elaborada anualmente por Reporteros Sin Fronteras. Australia ha emprendido en los últimos tiempos medidas muy severas contra las fuentes periodísticas, lo que ha redundado en una mayor autocensura. Las autoridades deben poner fin a esta política de excesos que claramente viola el principio de proporcionalidad y limitaciones a la libertad de prensa”, añade Ismaïl.

Reporteros Sin Fronteras manifiesta además su apoyo a Media Alliance, una organización de medios de comunicación en Australia cuyo director, Paul Murphy, ha descrito estas redadas como “un revés preocupante contra los periodistas y el periodismo de interés público, legítimo (…) Estas persecuciones suponen una respuesta desproporcionada a la difusión de informaciones que incomodan al Gobierno. Una vez más, éste prefiere cargar contra el mensajero que buscar soluciones a los problemas que los periodistas sacan a relucir con sus investigaciones”.  El director de Media Alliance también ha pedido que la policía federal revele si ha accedido o no a los datos de los periodistas.

Australia ocupa el puesto 25 de los 180 países que conforman la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa elaborada anualmente por Reporteros Sin Fronteras. Pero ha sufrido un considerable retroceso respecto al año anterior, principalmente por causas relacionadas con la persecución a las fuentes periodísticas y con la autocensura reinante en la profesión.