CHINA | El régimen chino se disfraza de “campeón de los derechos humanos”
En un libro blanco publicado con motivo de su 70 aniversario, el régimen de Pekín pretende mejorar su imagen internacional erigiéndose en defensor de los derechos humanos, a pesar de sus violaciones masivas y sistemáticas de la libertad de prensa.
La Oficina de Información del Consejo de Estado publicó el domingo 22 de septiembre, dias antes de la celebración del 70 aniversario de la fundación de la Rep´ublica Popular China, un libro blanco que enumera los logros económicos y sociales del régimen comunista. Pekín afirma que el país se ha convertido en una verdadera democracia y en un defensor de los derechos humanos, dos áreas en las cuales, sin embargo, el régimen incumple sistemáticamente sus obligaciones.
Como era de esperar, el documento ignora la grave situación de la libertad de prensa en el país, ya que China ocupa el puesto 177 de 180 países que integran la actual Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa elaborada anualmente porReporteros SIn Fronteras, dos puestos apenas por encima de Corea del Norte.
«Este documento es una cortina de humo destinada a ocultar el historial execrable del poder chino en el ámbito de los derechos humanos y, en particular, en el de la libertad de prensa», denuncia Cédric Alviani, responsable de la oficina de Reporteros Sin Fronteras (RSF) de Asia Oriental. Alviani pide a la comunidad internacional que no se deje engañar por «un discurso que confunde el desarrollo económico con el respeto a los derechos humanos, tal como están definidos en la Declaración Universal de Derechos Humanos, un documento del que China es signatario, pero que Pekín pisotea diariamente».
China es la prisión más grande del mundo para periodistas con al menos 115 detenidos que corren el riesgo de sufrir la misma suerte que el premio Nobel de la Paz Liu Xiaobo y el blogger Yang Tongyan, quienes murieron en prisión en 2017 como consecuencia de tumores cancerígenos.
Por otra parte, el régimen comunista ejerce un sistema de censura y vigilancia directa sobre los 850 millones de usuarios chinos de Internet, que no tienen acceso a una información libre y plural.
En 2018, durante la preparación del Examen Periódico Universal (EPU), un proceso en el que se examinan los expedientes de derechos humanos de todos los Estados Miembros de las Naciones Unidas,
RSF detalló los numerosos crímenes cometidos contra los periodistas por el régimen chino, incluida la tortura y la detención arbitrarias.
En un informe publicado en marzo pasado, RSF también denunció los esfuerzos de las autoridades chinas para establecer un nuevo orden mundial de medios bajo su control, en el que el papel de los periodistas quedaría reducido al de meros auxiliares de la propaganda estatal.