PAKISTÁN | El Estado priva de publicidad institucional al prestigioso diario Dawn, una “táctica de intimidación” según RSF

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Reporteros Sin Fronteras (RSF) expresa su consternación por la prohibición de otorgar publicidad estatal impuesta al prestigioso diario Dawn de Pakistán el mes pasado. La organización pide también que se ponga fin a este método de presión e intimidación que pone en peligro la independencia editorial del periódico decano del país.
Desde el 24 de abril, el veterano periódico Dawn ha sido privado de los ingresos de la publicidad del gobierno federal. Esta es una de las formas más insidiosas de coerción contra la prensa que fue aplicada también al canal de televisión “hermano” del periodico, DawnNews TV, dos días después.
En Pakistán los ingresos publicitarios del sector privado incipiente e independiente del gobierno son prácticamente residuales, así que esta prohibición publicitaria representa una grave amenaza para la viabilidad económica de los medios.
Las autoridades no han dado ninguna explicación paraeste veto, pero el periódico cree intuir la razón. Hablando de forma anónima, un miembro de la dirección ha contado a RSF que «esta prohibición de anuncios comenzó un día después de que publicáramos las declaraciones del primer ministro, Imran Khan, durante una rueda de prensa en Teherán, cuando dijo que militantes residentes en Pakistán habían participado en ataques dentro de Irán».
A pesar de que el artículo se basó en la transcripción oficial de la conferencia de prensa, está claro que a ciertos funcionarios del gobierno no les gustó el enfoque adoptado por los reporteros del periódico, o el hecho de que las declaraciones del primer ministro, mientras estaba en el extranjero, se reprodujeran también para los lectores nacionales.

Control de noticias

«Es inaceptable que un periódico que acaba de informar sobre hechos de indiscutible interés público sea castigado con una forma tan drástica de estrangulamiento económico», afirma Daniel Bastard, responsable de la oficina de RSF en Asia-Pacífico. “Condenamos sin reservas esta táctica burda e intimidatoria diseñada  para dictar la línea editorial que deben tomar los periodistas. Este método, que lleva el sello del estamento militar, se remonta a los peores momentos de la dictadura militar en Pakistán».
«Este gobierno civil ganó las elecciones de 2018 con el eslogan ‘Tabdeeli’ (‘Cambio’), sin embargo la decisión de retirar la publicidad estatal del periódico Dawn es una continuación descarada de los antiguos métodos de control gubernamentales de la información. Instamos al primer ministro, Imran Khan, a interceder personalmente para poner fin a esta medida injustificada y defender la libertad de prensa en Pakistán» agregó Iqbal Khattak, de Freedom Network, (ONG socia de RSF en Pakistán).
La prohibición impuesta al grupo Dawn es típica de los métodos de hostigamiento, intimidación y censura utilizados por el «Estado profundo» de Pakistán, un eufemismo para indicar sus fuerzas armadas y servicios de inteligencia, que no pueden soportar la libertad periodística.

Líneas rojas

Los periodistas están expuestos a represalias si cruzan las líneas rojas impuestas por los militares. Queda absolutamente prohibido criticar, también de forma implícita, a las fuerzas armadas o al gobierno; hacer referencia a movimientos que defienden los derechos de las minorías o mencionar al ex primer ministro  Nawaz Sharif, enemigo del Ejército, que sigue encarcelado.
Después de una entrevista con Sharif, el editor adjunto de Dawn, Cyril Almeida, fue acusado de «alta traición» en septiembre pasado. La distribución del periódico fue bloqueada arbitrariamente cuando se publicó la entrevista, el 12 de mayo de 2018. También esta es una forma efectiva de poner en peligro la supervivencia de un periódico si se considera que, al tener poca o ninguna distribución, los anunciantes son reacios a comprar espacios publicitarios.

El último bastión

Aún hablando bajo condición de anonimato, un miembro de la administración del grupo Dawn reveló a RSF que, durante los últimos dos años y medio, el periódico no había recibido ninguna publicidad de entidades comerciales vinculadas al Ejército, como los grupos Fauzi y Askari, que son activos, entre otros, en el sector bancario, energético, procesamiento de alimentos y construcción.
«Ha habido casos en los que una de estas compañías han reservado espacio publicitario en uno de los suplementos de Dawn los han retirado en el último minuto sin dar ninguna razón», explicó la fuente.
Ya sufrieron represalias por una ofensa anterior en octubre de 2016, cuando Dawn se atrevió a publicar un articúlo, con detalles explosivos, revelando un supuesto desafío entre las agencias militares y de inteligencia contra al gobierno civil. El autor de la historia, Cyril Almeida, y el director, Zaffar Abbas, fueron seriamente amenazados.
El periódico ha estado en el punto de mira del Estado profundo desde entonces. Lanzado en 1941 como parte de la lucha contra el colonialismo británico, Dawn es ahora uno de los últimos bastiones de la libertad de prensa en Pakistán.
Pakistán, tras perder tres posiciones, ocupa el puesto 142 de 180 países en la Clasificación Mundial de Libertad de Prensa 2019 que RSF publicó el mes pasado, llamando la atención sobre la «mecánica del miedo» que se ha consolidado en muchos países.