Desde el ataque de Hamás a Israel, el 7 de octubre de 2023, y la posterior guerra en Gaza, la presión sobre los periodistas y medios israelíes no ha dejado de aumentar. Reporteros Sin Fronteras (RSF) condena este clima de intimidación y pide a las autoridades israelíes que dejen de entorpecer el trabajo de los periodistas que cubren la guerra.

Entre las numerosas víctimas del mortífero ataque de Hamás contra Israel, el 7 de octubre de 2023, figura el periodista Roee Idan, asesinado junto a su hija poco después de documentar el asalto de Hamás para su medio, Ynet. Desde aquel día, mientras el gobierno israelí libra una guerra devastadora en Gaza, las intimidaciones y la censura contra los medios israelíes no ha hecho más que aumentar y los periodistas de Israel que se esfuerzan por cubrir el conflicto trabajan bajo fuertes presiones para silenciarlo. Como todos los periodistas que se encuentran fuera de Gaza, no pueden entrar en el enclave palestino a menos que se empotren en el ejército israelí y permanezcan bajo su estricta vigilancia.

Cualquier cobertura que se considere crítica con el gobierno de Netanyahu, o incluso que simpatice con las víctimas palestinas, se ha convertido en terreno peligroso. Sólo en octubre de 2023, al menos quince periodistas fueron agredidos o amenazados por las fuerzas de seguridad israelíes o por ciudadanos particulares. Estos actos represivos, alimentados por la ira nacional tras el asalto del 7 de octubre, han reforzado entre los profesionales de los medios en Israel un clima de autocensura exacerbado por las draconianas las leyes de noviembre de 2023 que prohíben aquellos medios internacionales considerados una “amenaza para la seguridad nacional”.

«Durante este año de violencia sin precedentes contra los medios en Gaza, el periodismo también se ha visto afectado en Israel. Los periodistas israelíes que intentan informar sobre la guerra se han enfrentado a presiones e intimidaciones cada vez mayores, y el gobierno de Netanyahu ha llevado a cabo políticas y prácticas equiparables  a una censura absoluta. Esta alarmante tendencia está restringiendo gravemente el derecho de los israelíes a acceder a una información completa sobre la guerra, y causará estragos  a largo plazo en la libertad de prensa en el país,  si no se revierte inmediatamente. Además de diezmar el periodismo en Gaza, donde han sido asesinados más de 130 periodistas, las autoridades israelíes continúan bloqueando el acceso de los medios extranjeros a la Franja. Estas restricciones no sólo erosionan la libertad de prensa, sino que también vulneran el derecho de los ciudadanos en todo el mundo a acceder a información sobre la guerra».

Rebecca Vincent | Directora de Campañas de RSF

Represión, amenazas y ninguna cobertura de Gaza

El 14 de octubre de 2023, el periodista Israel Frey se vio obligado a abandonar su domicilio en Bnei Brak, cerca de Tel Aviv, después de que una turba de la extrema derecha israelí le amenazara delante de su casa, acusándole de haber aparecido en un vídeo mostrando compasión por las víctimas de los bombardeos israelíes en la Franja de Gaza. Un día antes, el 13 de octubre, los periodistas de la cadena internacional británica de noticias BBC Arabic Muhannad Tutunji, Haitham Abudiab y su equipo fueron detenidos, agredidos y retenidos a punta de pistola por la policía israelí en Tel Aviv. El pasado 5 de junio, un asaltante no identificado destruyó la puerta de cristal de la redacción del diario Haaretz, uno de los pocos medios que cubren el impacto de la guerra en la población de Gaza. El 2 de septiembre, dos periodistas de Haaretz fueron agredidos por agentes de policía mientras cubrían las manifestaciones que exigían un acuerdo para la liberación de los rehenes secuestrados por Hamás.

Políticas de censura: nuevas leyes draconianas y bloqueo 

La draconiana normativa aprobada por el gobierno israelí en noviembre de 2023 y ratificada en abril de 2024 ha sido utilizada para prohibir el canal Al Jazeera en Israel, blanco de acusaciones difamatorias de «propaganda» y «terrorismo» por parte de políticos israelíes. La oficina del medio en Ramala, en los territorios ocupados de Cisjordania, fue allanada en septiembre de 2024 por las fuerzas armadas israelíes y obligada a echar el cierre durante un periodo renovable de 45 días. Según los periodistas que se pusieron en contacto con RSF, la prohibición del canal qatarí es vista como una amenaza de carácter más general hacia los medios acusados de realizar coberturas propalestinas. Mientras, el bloqueo israelí de Gaza sigue impidiendo a los periodistas internacionales informar sobre los hechos en este enclave devastado por la guerra.