EE.UU | Los ataques de Trump a la transparencia del gobierno asestan un duro golpe a la libertad de prensa

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El presidente Donald Trump ha comenzado su segundo mandato restringiendo el acceso del público a la información gubernamental. Entre otras medidas preocupantes, su administración ha eliminado páginas web oficiales, ha suprimido datos vitales que antes estaban a disposición de la ciudadanía y ha limitado el acceso de los periodistas a la Casa Blanca y al Pentágono. Ante estos ataques a la libertad de prensa, Reporteros Sin Fronteras (RSF) insta al Congreso a tomar medidas urgentes para frenar esta tendencia y exige responsabilidades a la Casa Blanca por sus acciones contra la transparencia pública. 

Donald Trump no ha tardado en materializar las amenazas que lanzó contra los medios durante su campaña electoral. A pesar de firmar una orden ejecutiva aparentemente destinada a reforzar los derechos de la Primera Enmienda, su administración ha tomado medidas que van en la dirección opuesta, socavando la libertad de prensa.

A finales de enero, funcionarios del gobierno comenzaron a eliminar miles de páginas web de agencias federales clave, como los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, el Departamento de Justicia, la Oficina del Censo, el Departamento de Salud y Servicios Humanos y la Agencia de Protección del Medio Ambiente. Además, los equipos de prensa y comunicación de varias agencias gubernamentales han recibido la orden de no hacer declaraciones públicas.

La administración Trump también ha comenzado a restringir el acceso físico de los periodistas a la información gubernamental. Durante la última semana de enero, la Casa Blanca habría limitado el acceso de determinados perfiles de periodistas a los grupos de informadores a los que se detallan las actividades diarias del presidente, sin ofrecer ninguna explicación a los periodistas sobre esta decisión.

Esta medida se suma al anuncio de la Casa Blanca de que permitirá a podcasters, influencers y creadores de contenido solicitar credenciales para cubrir sus actividades. Paralelamente, el Pentágono ha anunciado la puesta en marcha de un “programa anual de rotación de medios”. De esta manera, medios que anteriormente tenían una presencia fija en sus dependencias, como NBC News, The New York Times, National Public Radio y Politico, ya no conservarán automáticamente esos espacios.  Aunque estas iniciativas se presentan como un intento de democratizar el acceso a la información, en la práctica podrían restringir aún más la presencia de periodistas profesionales y dar paso a creadores de contenido ideológicamente afines, limitando así el pluralismo en la cobertura de la administración.

«Asumir el cargo y, de inmediato, eliminar páginas web, ocultar datos gubernamentales e interferir en el acceso de los periodistas sienta un precedente alarmante. Donald Trump debe comprender que, en una democracia, los ciudadanos tienen el derecho legítimo de acceder a información de interés público. Ha llegado el momento de que el poder legislativo actúe y ejerza su control sobre el Ejecutivo. El Congreso debe dejar claro que Trump no puede evadir la rendición de cuentas restringiendo el acceso a la información para periodistas y ciudadanos».

Clayton Weimers | Director de la oficina de RSF en Norteamérica

El desmantelamiento sistemático del periodismo profesional 

Las restricciones impuestas por el presidente al acceso a la información forman parte de un ataque más amplio contra los medios. Durante su campaña electoral, Trump lanzó amenazas constantes contra periodistas y medios de comunicación, acumulando 108 ataques verbales en solo cuatro semanas, según documentó RSF. Ya en el cargo, ha seguido presionando para castigar a los medios que le resultan incómodos, llegando a esgrimir la amenaza de revocar licencias de emisión. Su recién nombrado presidente de la Comisión Federal de Comunicaciones ha comenzado a materializar estas advertencias, iniciando investigaciones infundadas contra la cadena CBS por supuesta «distorsión de noticias» y contra las emisoras públicas PBS y NPR por sus acuerdos de patrocinio.

El 6 de febrero, Trump ordenó a las agencias gubernamentales que dejaran de pagar suscripciones a determinados medios. Además, su decisión de congelar la ayuda exterior ha sumido en el caos a organizaciones periodísticas de todo el mundo, dificultando gravemente la cobertura de noticias en regiones estratégicas para Estados Unidos, como Ucrania e Irán.

Estados Unidos ocupa el puesto 55 de los 180 países analizados en  la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa 2024 de RSF.