FRANCIA | La Dirección de Seguridad interroga a ocho periodistas que tratan temas delicados

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Reporteros Sin Fronteras (RSF) pide a las autoridades francesas que den explicaciones sobre las citaciones que la agencia de inteligencia nacional francesa, la Direction Générale de la Sécurité intérieure (DGSI), ha enviado a ocho periodistas que trabajan en casos delicados. El director general de Le Monde, Louis Dreyfus, también ha sido convocado.

Los ocho periodistas son: Geoffrey Livolsi, Mathias Destal y Michel Despratx de la publicación digital de investigación Disclose; Ariane Chemin, de Le Monde; Benoît Collombat, de France Inter; y Valentine Oberti del programa de noticias de televisión Quotidien, junto a un cámara y un técnico de sonido del mismo programa.

Todos han trabajado en reportajes espinosos, como la venta de armas de Francia a Arabia Saudita y el supuesto encubrimiento de presuntos delitos por parte del ex asistente de seguridad presidencial Alexandre Benalla. Todos han sido ya interrogados o van a ser interrogados en los próximos días.

«Nos tememos que las autoridades estén utilizando estas citaciones para intentar intimidar a los periodistas y sus redacciones e identificar sus fuentes para castigarlos o disuadirlos», revela el secretario general de RSF, Christophe Deloire. “En Francia, el periodismo de investigación está en peligro, porque está siendo atacado y amenazado con procedimientos legales. Si la confidencialidad de las fuentes de los periodistas no está garantizada en un país, si se ve socavada por acciones como estas, sus ciudadanos se verán privados del derecho a la información no oficial. Pedimos al gobierno que explique los que parece un intento de intimidar a los medios, por parte de la agencia de inteligencia nacional», agregó Deloire.

Para dar con ejemplos precedentes de citaciones, hay que remontarse al 2017, cuando Edparty Plenel y el periodista independiente Clément Fayol de Mediapart fueron acusados de publicar un documento de defensa clasificado sobre las actividades de Francia en Chad. En 2016, los periodistas de Le Monde Gérard Davet y Fabrice Lhomme fueron interrogados por la DGSI sobre un artículo que hablaba de los preparativos para un posible ataque a las bases militares sirias.

En 2006, tres periodistas del periódico Midi Libre, con sede en Montpellier, fueron también procesados por violar la confidencialidad profesional. La policía allanó el periódico y encontró una copia de la auditoría interna oficial que habían citado en un artículo crítico sobre la gestión financiera del consejo regional.

En 2005, jueces de investigación acompañados por la policía llevaron a cabo redadas simultáneas en la sede de Le Point y L’Equipe, examinando sus computadoras. Los registros se efectuaron tras publicar las transcripciones de las escuchas telefónicas realizadas en una investigación sobre el presunto dopaje dentro del equipo ciclista Cofidis.

En estos dos últimos casos, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos dictaminó que las redadas policiales fueron desproporcionadas y que violaron el artículo 10 del Convenio Europeo de Derechos Humanos, que garantiza la libertad de expresión.

El 4 de febrero de 2019, se intentó registrar en la sede de Mediapart después de que publicara artículos sobre grabaciones en las que salía Benalla, el ex asistente de seguridad presidencial.

Estos registros no deben llevarse a cabo con el objetivo de violar la confidencialidad de las fuentes de los periodistas, que está consagrada en la ley francesa sobre la libertad de prensa de 1881. Esta norma permite a los periodistas proporcionar información de interés público (incluso cuando molesta a las autoridades) sin temor a poner en peligro sus fuentes y especifica que, «en ningún caso», están obligados a revelar su identidad.

Francia ocupa el puesto 32 entre 180 países en la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa 2019 de Reporteros Sin Fronteras. Ver también el Informe Anual.