POLONIA | RSF insta al gobierno polaco a respetar la libertad de prensa

“Los medios libres e independientes forman parte del núcleo de los valores europeos. Esta campaña populista contra la televisión y los editores alemanes es fruto de los enemigos de la democracia. El gobierno polaco debe entender que sólo tendrá acceso a los fondos de la Unión Europea si reconoce los valores de dicha Unión, respeta la libertad de presa, y permite el debate crítico en televisión sobre las acciones del Gobierno”, afirma Christian Mihr, director ejecutivo de la sección alemana de Reporteros Sin Fronteras.    

Bajo el actual Gobierno, al menos 220 periodistas de medios públicos han sido despedidos, forzados dimitir o apartados de sus puestos. El informe elaborado por el sindicato liberad de periodistas Towarzystwo Dziennikarskie (TD) muestra claras pruebas sobre ello. 

Entre octubre y noviembre, esta situación afectó a Polskie Radio. Varios editores y presentadores de la emisora fueron reubicados en otros puestos o despedidos por protestar. En una carta abierta, 120 compañeros periodistas acusaron de censura a la editora jefe, Barbara Stanislawczyk, e iniciaron una campaña de protesta en Internet. El 28 de octubre, Michal Nogas, editor del programa “Trojka” anunció que se cambiaba al periódico liberal Gazeta Wyborcza. En noviembre, la cadena TVP, entonces ya convertida en un medio estatal, animó abiertamente a sus empleados a dimitir y pedir indemnizaciones. Según el sindicato Towarzystwo Dziennikarskie, 200 periodistas dimitieron a mediados de diciembre. 

Al poco tiempo del acceso al poder del PiS, se produjo una rigurosa reestructuración de la televisión pública con cambios notables en la forma de informar. Como resultado de estas medidas, los canales perdieron gran parte de la audiencia que tenían. Algunos programas, como Wiadomosci, de la TVP1, emprendieron campañas contra los críticos al gobierno y contra los medios alemanes acusándoles de manipular la información. 

En una entrevista reciente en Radio Opole, el líder del PiS, Jaroslaw Kaczynski, abogó por la necesidad de que los medios privados vuelvan a la propiedad estatal. Sobre todo para comprar los de propiedad alemana. 

Además, el Gobierno ha restringido en los últimos meses el acceso de la prensa al Parlamento. Los periodistas ya no tienen acceso a algunas dependencias que rodean al pleno, el restaurante y algunos pasillos. Las entrevistas directas a políticos han sido substituidas en gran medida por entrevistas a portavoces. 

El 9 de enero, tras varias semanas de protesta, el PiS anunció públicamente cambios. Pero poco ha cambiado. Las ruedas de prensa siguen teniendo lugar en un edificio anexo al Parlamento de dimensiones reducidas que no siempre han permitido el acceso a toda la prensa que se lo propone. Los periodistas siguen teniendo un acceso limitado a los políticos y las acreditaciones de un día continúan distribuyéndose con limitaciones. 

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