LIBIA | Un francotirador del ISIS asesina al periodista holandés Jeroen Oerlemans
Un francotirador del ISIS mató ayer, 2 de octubre, al periodista holandés Jeroen Oerlemans. El asesinato se produce tres meses después de la muerte del fotoperiodista libio Abdelkader Fassou. Reporteros sin Fronteras vuelve a subrayar por ello la necesidad de ampliar la protección a los periodistas y pide la creación de un representante especial en Naciones Unidas, para la seguridad de los periodistas para que crímenes como éste no queden impunes.
«Otro periodista ha sido fatalmente asesinado en Libia por luchar por el derecho a la información», lamenta Yasmine Kacha, responsable de la oficina del norte de África de Reporteros Sin Fronteras.
«Dada la extrema y compleja situación política del país, este asesinato -como el de los otros once periodistas asesinados en Libia desde 2011- quedará probablemente impune. Marcaría una diferencia la existencia de un mecanismo de alerta en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, como el propuesto por RSF», añade.
Según un testigo, Jeroen Oerlemans llevaba un chaleco antibalas, pero el disparo del francotirador por un costado del periodista le llegó hasta la zona del corazón.
«Estoy horrorizada, Jeroen era un hombre extraordinario. Trabajamos juntos durante varios años. Siempre dio muestras de un gran profesionalismo. Es una gran pérdida para toda la profesión», afirma la periodista Joanie de Rijke, que espera actualmente en Tripoli a la repatriación del cuerpo de su compañero.
Oerlemans había cubierto casi todos los conflictos bélicos de Oriente Medio en los últimos diez años. Estuvo secuestrado junto al reportero británico John Cantlie por grupos yihadistas en julio de 2012. Fue puesto en libertad ocho días después por el Ejercito Libre Sirio. Cantlie sería de nuevo secuestrado más adelante.
Muchos periodistas y ONG se han sumado a Reporteros Sin Fronteras en la petición para que se cree un representante especial para la seguridad de los periodistas en Naciones Unidas. El objetivo es establecer un mecanismo concreto que refuerce la legislación internacional y reduzca el número de periodistas asesinados cada año por causas relacionadas con el ejercicio de su profesión.
Libia ocupa el puesto 164 de los 180 países que conforman la actual Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa elaborada anualmente por Reporteros Sin Fronteras.