YEMEN | RSF denuncia ataques a periodistas y seis expulsiones del país

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| RSF denuncia ataques a periodistas y seis expulsiones del país
15.03.2011 09:17

Reporteros Sin Fronteras condena las detenciones este 14 de marzo, de cuatro periodistas extranjeros en Saná – dos estadounidenses y dos británicos – que fueron detenidos por la policía a las 7:30 de la mañana, en el apartamento que compartían en el barrio antiguo de la capital yemení.

Los dos británicos son Oliver Holmes, colaborador del Wall Street Journaly la revista Time, y Walker Portia, del Washington Post. Los estadounidenses son Haley Sweetland Edwards, del diario Los Angeles Times y la agencia de noticias AOL, y Maricich Josué, que escribe para diversos medios de comunicación, incluyendo el Yemen Times.

Reporteros Sin Fronteras ha sido informada de que Maricich y Walker fueron deportados a Etiopía, pero aún no se ha podido establecer el paradero actual de Holmes y Edwards.

Las autoridades de Saná han informado de que están detenidos porque «residen ilegalmente en el Yemen». Pero de acuerdo con la información obtenida por Reporteros Sin Fronteras, habían estado viviendo y trabajando en el país desde hacía varios años, hecho conocido por las autoridades, incluido el Ministerio de Información. En las últimas semanas habían estado ocupados cubriendo la ola de protestas que pedía la destitución del presidente Ali Abdullah Saleh, en el gobierno desde 1979.

Reporteros sin Fronteras también ha sabido que Patrick Symmes, periodista estadounidense de las revistas Outside y GQ, y su fotógrafo italiano, Marco Di Lauro, fueron detenidos poco después de pasar por un control de pasaportes, a la llegada al aeropuerto de Saná, el 12 de marzo. Fueron deportados ese mismo día. Habían volado a Saná tras varios días de trabajo en la isla yemení de Socotra.

Symmes ha comentado a Reporteros Sin Fronteras: «Nuestros pasaportes fueron incautados y pasamos 14 horas en la sala de espera, antes de meternos en un vuelo rumbo a Estambul. El responsable de prensa del Ministerio del Interior nos dijo por teléfono que la agencia de seguridad nacional había decidido expulsarnos porque tenía información de que veníamos a Sanaa a cubrir manifestaciones y violencia. No hemos sido maltratados físicamente, pero si hemos sentido claros indicios de que podría haber sucedido. Nos devolvieron los pasaportes una vez en el avión». Symmes agregó que había entrado en Yemen con un visado de prensa el 1 de marzo.

«Los arrestos y deportación de periodistas extranjeros son una señal muy preocupante de nerviosismo por parte de las autoridades, que está enviando una clara señal a los periodistas de medios extranjeros para que no cubran los malos tratos que las fuerzas de seguridad han estado propiciando a los manifestantes», ha declarado Reporteros sin Fronteras.

«Este es un acto flagrante de censura que debe ser condenado enérgicamente. Después de atacar a periodistas yemeníes, las autoridades ahora quieren amordazar a los medios de comunicación extranjeros e imponer un bloqueo informativo sobre los acontecimientos que tienen lugar en Yemen», agrega la organización.

Cadena de agresiones

Las autoridades siguen usando la violencia contra los periodistas de Yemen y cada día, la lista de abusos aumenta peligrosamente.

Hamoud Hazza, reportero de Saba news agency, fue herido en la cabeza mientras cubría los enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad y los manifestantes, en la “Plaza del Cambio” , el 12 de marzo, en Saá. También en esta plaza, las fuerzas de seguridad asaltaron a Saber Jaber, periodista de la agencia de noticias Prensa Marib.

Abdel Salam Jaber, editor del periódico Al-Qadiya, fue secuestrado por las fuerzas de seguridad cuando se dirigía a la plaza, el 12 de marzo. Está en paradero desconocido. La Unión de Periodistas de Yemen emitió un comunicado esa misma noche, describiendo el incidente como «grave». En otro incidente el mismo día, unos matones golpearon, en otra calle de la ciudad, a Abdel Karim Al-Shaibani, reportero de la televisión por satélite Al-Hurra.