Reporteros Sin Fronteras denuncia la detención arbitraria la semana pasada del conocido periodista radiofónico de Burundi Bob Rugurika, así como los cargos formulados en su contra, que incluyen complicidad en el asesinato de tres monjas italianas en septiembre pasado.
Rugurika es el director de la emisora Radio Publique Africaine (RPA) de Bujumbura, la radio privada más popular de Burundi, famosa por su periodismo de investigación.
El periodista fue detenido por orden de un fiscal y llevado a la principal prisión de Bujumbura, Mpimba, el 20 de enero, después de recibir inicialmente una citación para presentarse ante los funcionarios judiciales para proporcionar «una aclaración» sobre sus reportajes.
A Rugurika se le acusa de complicidad en el asesinato de las religiosas, de violar la confidencialidad de una investigación judicial y de «no mostrar la solidaridad». Todas estas acusaciones están relacionadas con la cobertura que RPA hizo del triple asesinato. Los cargos conllevan una posible pena de 20 años de cárcel.
Las informaciones de la emisora implicaban a funcionarios de inteligencia e incluían una entrevista con una persona que confesó ser uno de los autores y que está todavía en libertad. La confesión avergonzó a la policía, que afirmó haber detenido ya a los autores.
«Condenamos enérgicamente la detención injustificada de Rugurika, que tiene como único fin presionarlo para que revele la identidad de sus contactos», dijo Cléa Kahn-Sriber, responsable de Reporteros Sin Fronteras para África.
«Estas acciones ponen claramente de manifiesto la falta de independencia del sistema de justicia de Burundi respecto del gobierno. En lugar de investigar activamente el triple asesinato, han preferido apuntar hacia un periodista que solo cumplía con su trabajo. Tal comportamiento es preocupante para la libertad de expresión e información. Es probable que este tipo de intimidaciones empeoren con la campaña electoral. Hacemos un llamamiento por la liberación inmediata de Rugurika».
Dos días después de su detención, Rugurika fue trasladado a la prisión de Muramvya, a 30 km de la capital, donde pasó el primer día en régimen de aislamiento. Desde entonces, se le ha permitido recibir las visitas de su abogado y de su familia.
«Si fue convocado como periodista para ser interrogado acerca de su cobertura de noticias, debería ser sancionado como periodista bajo la ley de prensa, y no bajo el código penal como es el caso en este momento», señaló a Reporteros Sin Fronteras el abogado del periodista, Jean Bosco Ngendakuvwayo.
El letrado añadió que está pidiendo «libertad inmediata e incondicional» para su cliente con el argumento de que está detenido arbitrariamente.
Según la ley de Burundi, Rugurika debe ser llevado ante un juez el 4 de febrero para determinar si va a seguir detenido.
Burundi aprobó una ley de medios en 2013 que criminaliza ciertos tipos de informaciones, incluidos las relacionadas con la seguridad nacional, y que permite forzar a los periodistas a revelar sus fuentes.
Burundi ocupa el puesto 142, entre 180 países, en la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa 2014 de Reporteros Sin Fronteras.