Reporteros Sin Fronteras responde a las acusaciones proferidas en el programa «La Noche», de RNC, tras la puesta en libertad del reportero francés secuestrado por las FARC, Roméo Langlois. «Nuestra organización tomaría a broma todas estas execrables y necias calificaciones, si no fuera porque con ellas se pone en peligro a nuestros corresponsales y a todos aquellos que defendemos» afirma la organización que acusa al programa de falta de objetividad y profesionalismo.
A la atención de
Directora Claudia Gurisatti, subdirector Jefferson Beltrán y presentador Juan Pablo Bieri, programa “La Noche”
Francisco Santos, RCN noticias de la mañana, ex vicepresidente de la República
Salud Hernández, columnista diario El Tiempo, corresponsal El Mundo, España
Señoras y Señores,
Tras la puesta en libertad del periodista francés Roméo Langlois, secuestrado por las FARC durante treinta y dos días, ustedes decidieron dedicar una parte de su programa “La Noche”, emitido el 30 de mayo de 2012, a un comunicado de prensa publicado por Reporteros Sin Fronteras pocos días antes de este hecho, como respuesta al anuncio de la guerrilla sobre la inminente liberación del periodista francés (https://es.rsf.org/colombia-la-esperanza-renace-las-farc-27-05-2012,42679.html).
Estos quince minutos de su programa (https://www.youtube.com/watch?v=T9GUk1Kye_o) no reflejan, afortunadamente, el conjunto de la redacción del canal RCN, medio por el cual se emite su programa. Sin embargo, revelan su particular concepción de la ética profesional y el debate público, y convierten el programa en una campaña de descrédito contra nuestra organización. Este fragmento de emisión lleva la manipulación y la mentira más allá de lo caricaturesco.
Según su programa, Reporteros Sin Fronteras habría cometido el sacrilegio de declarar, el pasado 27 de mayo, que “sosteniendo su compromiso, expresado el 6 de mayo pasado, de liberar a Roméo Langlois, las FARC también habrán cumplido su palabra: el 26 de febrero pasado declararon de forma oficial que ya no tomaría como rehenes a civiles“. En resumen, habríamos pecado de indulgencia frente a los guerrilleros por habernos abstenido de exigir la liberación inmediata de nuestro colega. Sin embargo, hicimos esta exigencia, fuerte y clara, desde el 7 de mayo (https://es.rsf.org/colombia-confirman-que-romeo-langlois-fue-03-05-2012,42549.html) – en los medios colombianos, entre ellos en RCN – cuando las FARC confirmaron la detención de Roméo Langlois.
Este pequeño detalle hubiera merecido ser recordado, o al menos consultado, por el presentador Bieri, así como la condena “sin reservas” que hicimos al atentado contra Fernando Londoño, el 15 de mayo, sobre el cual nos acusan por haber guardado un supuesto silencio.
¿Leyeron ustedes el comunicado de las FARC del 26 de mayo? Ese mensaje, lejos de limitarse a una vaga promesa, fijaba la fecha y las condiciones precisas sobre la liberación de Roméo Langlois. ¿Deberíamos haber hecho caso omiso a ese anuncio y no creer en la inminente puesta en libertad de Roméo Langlois? La esperanza de ese comunicado justificaba, a fortiori el recordar a las FARC su promesa de no volver a retener civiles. Roméo Langlois estuvo, sin duda alguna, privado de su libertad por treinta y dos largos días que estuvieron de más, como lo han estado numerosos civiles colombianos antes que él durante largos años.
Resultaba evidente que las FARC estaban traicionando su propia palabra, como lo señalamos en nuestro comunicado del 7 de mayo. Quisimos hacérselo entender, buscando preservar, a la vez, la seguridad de nuestro colega. En la guerra, cada palabra tiene su peso.
Ustedes continuaron condenando la actitud de Reporteros Sin Fronteras, deduciendo una supuesta «ideología» que “revela” una identidad auxiliar o partidaria de la guerrilla. Nada más falso que esto. La hipótesis para ustedes se convirtió en evidencia por los invitados escogidos que, dando seguimiento a esta idea y ante las preguntas y comentarios del presentador Bieri, afirmaron, como el ex vicepresidente, Francisco Santos, que RSF era «cómplice del secuestro» de Langlois, comparándo a nuestra organización con la página web Anncol.
Dicho comentario pone en riesgo al personal de Reporteros Sin Fronteras, dado que Anncol es considerada en Colombia un órgano afín a las FARC y su editor, Joaquín Pérez, se enfrenta a varios procesos judiciales en Colombia. De igual forma, la periodista española, Salud Hernández, llegó a afirmar que nuestra declaración «justificaría el secuestro de Roméo Langlois» [sic]. Al programa poco le importó el equilibrio ¿Había alguien para atenuar estas opiniones delirantes y peligrosas?
Su programa se comunicó con nuestra corresponsal… en México. Desconocemos si la contactaron por «falta de tiempo». Quizás fue por desconcer que Colombia cuenta con una corresponsal, o porque, a pesar de que RCN noticias entrevistó en varias ocasiones al secretariado internacional de nuestra organización en Francia, perdieron nuestros números telefónicos.
No entendemos tampoco la molestia del ex vicepresidente, ni la arremetida del presentador de «La Noche» frente a nuestra postura de recordarle a la comunidad internacional la existencia de un conflicto armado. Basta remitirse a informes de 2012, como los de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, de Amnistía Internacional y de Human Rights Watch, que coinciden en apreciar la voluntad del actual gobierno en reconocer la existencia del conflicto armado interno. Por nuestra parte, seguirá siendo motivo de preocupación, dadas las evidentes secuelas que este tipo de confrontaciones tienen en la libertad de informar.
Nuestra solidaridad hacia Roméo Langlois se mantuvo firme. Nos hubiera gustado haber oído algún comentario por su parte en este mismo contexto, frente a las afirmaciones del ex presidente Álvaro Uribe, que acusó a Roméo Langlois a través Twitter, después de su puesta en libertad de tener «simpatía por los terroristas.»
La propaganda no se molesta por buscar la confrontación o la verificación. Es su elección, es su derecho. Cuando Francisco Santos nos culpa de «no hablar de la situación de los periodistas en Venezuela» debemos reiterar que se evidencia su poca investigación periodística. Este tipo de comentarios es digno de las perlas del gobierno de Caracas, para los que no somos «aliados de las FARC», sino por el contrario, «lacayos del imperio estadounidense». Nuestra organización tomaría a broma todas estas execrables y necias calificaciones, si no fuera porque con ellas se pone en peligro a nuestros corresponsales y a todos aquellos que defendemos.
Condenamos la falta de objetividad, de profesionalismo y la manipulación de la información que pusieron ustedes de manifiesto en esta emisión de su programa.
Olivier Basille, director General de Reporteros sin Fronteras
Benoît Hervieu, despacho de las Américas de Reporteros sin Fronteras
