La represión continúa en Cuba. Calixto Ramón Martínez Arias, colaborador de Hablemos Press, aprehendido violentamente el pasado 23 de abril, continua detenido. Le detuvieron cuando cubría la conmemoración de la muerte de Orlando Zapata Tamayo, y está acusado de “desacato”. Sin embargo, parece que ahora pesan sobre cargos más graves.
En efecto, al periodista le acusan ahora de haber golpeado a un agente de policía en el momento de su detención. Se encuentra en espera de que le juzguen por violencia agravada contra un agente de policía (“atentado”), aunque no se han precisado las circunstancias en que se produjo el incidente. La vaguedad de la acusación demuestra que las propias autoridades no están seguras de lo que dicen.
El 30 de abril, cuando le trasladaban a la cárcel de Valle Grande en La Lisa, en los alrededores de La Habana, el periodista dijo que esos cargos carecían de base: “Es un invento para interrumpir mi trabajo y ni la policía ni el Ministerio Público se ponen de acuerdo sobre las mentiras por las que quieren condenarme”.
Reporteros sin Fronteras exige que el régimen cubano ponga inmediatamente en libertad a Calixto Ramón Martínez Arias, quien ha sufrido muchas detenciones y tres deportaciones en la ciudad de Camagüey, Todas ellas relacionadas con su trabajo periodístico.
La suerte de los periodistas disidentes en Cuba no cesa de agravarse. Una nueva oleada de represión está afectando a cualquiera que intenta dar su opinión en un régimen donde la falta de libertades es ley.
