- “La dinámica del golpe de Estado continúa”
Reporteros sin Fronteras manifiesta su inquietud por la alarmante proliferación de violencia contra los periodistas en Honduras. En diez días se han registrado siete casos de agresión, algunos graves, y todos los medios de comunicación afectados son conocidos por su oposición al golpe de Estado del 28 de junio de 2009.
El escándalo crece tras el atentado cometido el 13 de marzo de 2011 contra Franklin Meléndez, director de la radio comunitaria La Voz de Zacate Grande. Horas después del atentado, el autor de los disparos, Porfirio Medina, amenazó públicamente a una corresponsal de la emisora, Ethel Correa, con que sería “la próxima en morir”, según información del Comité por la Libre Expresión (C-Libre). Al encarnizamiento de las autoridades contra la pequeña emisora y su personal, se suma la total impunidad de que goza el presunto responsable del intento de asesinato.
En lo que concierne a los medios de comunicación nacionales, la situación no es mucho mejor. La reportera de Canal 36-Cholusat Sur, Lidieth Díaz, y su marido, David Romero, director de Radio Globo, fueron atacados por las fuerzas del orden mientras cubrían una manifestación del magisterio, el 21 de marzo en Tegucigalpa. Cuando intentaba hablar con los policías antidisturbios, la periodista recibió como respuesta una bomba de gas lacrimógeno lanzada a quemarropa. La escena fue filmada.
El mismo día y durante las mismas manifestaciones, Sandra Maribel Sánchez, directora de Radio Gualcho, y el camarógrafo deGlobo TV Uriel Rodríguez recibieron disparos de balas de caucho por parte de la policía. El camarógrafo fue herido en la pierna, mientras que policías intentaron arrebatarle la cámara fotográfica de su colega.
“Las promesas hechas por las autoridades hondureñas ante la ONU y la OEA de mejorar la situación de la prensa, ¿sirven para rehabilitar una represión dirigida contra los medios de comunicación de oposición o conocidos como tales? Existen razones para creerlo en vista de estos últimos acontecimientos y de la total ausencia de protección otorgada a los medios de comunicación más expuestos y vulnerables. La violación sistemática del pluralismo demuestra, si aún hubiera necesidad, que la dinámica del golpe de Estado continúa. Esta situación llama a una firme reacción de las instancias internacionales e interamericanas. Las autoridades hondureñas deben responder en el plazo más breve por sus compromisos, declaró Reporteros sin Fronteras.