La Asociación Mundial de Radios Comunitarias (AMARC) y Reporteros sin Fronteras esperan de las autoridades hondureñas un compromiso claro en favor de la protección, tanto física como jurídica, de los medios de comunicación de las minorías. Sobre ellas recae especialmente la responsabilidad por el menor acto de censura o sabotaje que afecte a Radio Faluma Bimetu (Radio Coco Dulce), voz de la comunidad Garífuna, que reanudó sus actividades el 26 de enero de 2011 tras doce días de interrupción forzada.
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La suerte de la comunidad de Triunfo de la Cruz y de su radio resume la triste conjunción de los tipos de violencia que minan actualmente el país: la de las autoridades locales en colusión con la oligarquía agraria e industrial; la del crimen organizado, especialmente presente en esta región atlántica, donde un periodista perdió la vida en 2010 (uno de los diez asesinados durante el año pasado); la de la represión que nació tras el golpe de Estado del 28 de junio de 2009, que se dirigió sobre todo a los medios de comunicación minoritarios y a sus representantes.
AMARC y Reporteros sin Fronteras pugnan no sólo por el fin de la impunidad en los asesinatos de los profesionales de los medios de comunicación, sino también por la restauración de un verdadero pluralismo de la información en Honduras, que el golpe de Estado destruyó. La aparente movilización del gobierno de Tegucigalpa –que recientemente recibió asistencia exterior– para elucidar los crímenes cometidos contra periodistas en 2010, no permite olvidar de ninguna manera las persecuciones, amenazas e intimidaciones que continúan sufriendo los medios de comunicación de oposición y sus equipos. Así, el futuro de Radio Faluma Bimetu tendrá el valor de prueba.
La emisora contó con la ayuda de nuestras organizaciones tras el incendio criminal que la dejó fuera del aire en enero de 2010. Un año después, la comunidad de Triunfo de la Cruz se enfrenta a las presiones directas de las autoridades municipales de Tela, que quieren imponerle un nuevo patronato a su mano. El 14 de enero pasado el líder comunitario y conductor de la emisora, Alfredo López, tuvo que comparecer ante la justicia penal por un tiroteo ocurrido tres días antes en el territorio de Triunfo de la Cruz. Ante la ausencia de pruebas, no se le imputó ningún cargo. No obstante, la radiodifusora decidió en ese momento suspender sus programas frente a nuevos riesgos de represalias.
Por la grave situación en la que se encuentran los medios comunitarios, las Relatorías de Libertad de Expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y de Naciones Unidas han emitido su preocupación por la escalada de violencia en su contra y han exigido al Estado hondureño el cumplimiento de sus compromisos internacionales en materia de derechos humanos y libertad de expresión, para la debida protección del ejercicio periodístico por parte de los medios comunitarios, que en este momento cumplen un papel clave en el debate social y en la difusión de información que otros medios omiten deliberadamente.
Las autoridades de Tela y su alcalde, David Zacaro Morlachi, deberán responder judicialmente, dado el caso, por todo ataque al funcionamiento normal de Radio Faluma Bimetu.