El periodista Miguel Enrique Ortega Bonilla fue secuestrado el 5 de octubre de 2014 cuando iba a cubrir una marcha por la paz en Chignautla, en el estado de Puebla, en el centro de México. El reportero apareció siete horas después y pidió a las autoridades medidas de protección que garanticen su seguridad y la de su familia.
“Auxilio, alerta roja, me están levantando”, fue el mensaje que recibieron los compañeros y familiares del periodista Miguel Enrique Ortega Bonilla por WhatsApp el 5 de octubre pasado. El periodista fue secuestrado en el centro de la ciudad de Teziutlán por cuatro hombres que lo obligaron a subir a un automóvil cuando se dirigía a cubrir una Marcha por la Paz en el municipio vecino de Chignautla. Durante siete horas su familia no tuvo noticias de él, hasta que finalmente apareció. Miguel Enrique Ortega Bonilla, quien trabaja para el portal digital RexRadio, había recibido amenazas en las que le advertían que no fuera a cubrir la marcha que se llevaría a cabo al día siguiente. Los secuestradores no dieron ninguna explicación al reportero, quien nunca antes había recibido amenazas relacionadas con su actividad profesional.
Entrevistado por Reporteros Sin Fronteras, el periodista cuenta cómo fue secuestrado: “me sometieron colocándome una bolsa de plástico en la cabeza y dándome golpes en la espalda […]. Al llegar a un paraje pidieron indicaciones por radio y escuché que preguntaban si me mataban o nada más me daban un susto”. Sintió entonces un arma en la nuca; después lo lanzaron a un barranco, donde permaneció un tiempo hasta que se desató las manos, explicó Miguel Enrique Ortega Bonilla, quien cuando logró liberarse se fue a su casa.
“Reporteros Sin Fronteras exhorta a las autoridades a otorgar medidas de protección al periodista Miguel Enrique Ortega Bonilla para garantizar su seguridad y la de su familia”, señaló Virginie Dangles, adjunta de la Dirección de Programas de la organización. “El secuestro de un periodista porque quiere cubrir una marcha por la paz ilustra hasta qué punto los profesionales de la información suelen trabajar con miedo y bajo amenazas”, agregó.
La Casa de los Derechos de los Periodistas informó en 2012 de que cuatro periodistas del estado de Puebla recibieron amenazas de muerte. Más recientemente, en agosto pasado, el director del diario local Periódico Noticias, Eduardo Martínez Calixto, denunció que las autoridades municipales de Teziutlán lo habían intimidado porque publicó un reportaje sobre un caso de corrupción en el que estaba implicado el alcalde la ciudad.
México se encuentra en el lugar 152, entre 180 países, en la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa para 2014 de Reporteros Sin Fronteras. Más sobre el país, en el Informe Anual de la organización.