El viernes 18 de marzo, bien avanzada la noche, un comité conformado por una treintena de miembros de la Comisión Nacional de Telecomunicaciones (Conatel) se presentó en la emisora de radio Carabobo Stereo 201.3 FM (en el estado de Carabobo, al norte), acompañado por las fuerzas armadas, cerró la estación y confiscó su equipo sin una notificación previa.
Con el pretexto de realizar una inspección de rutina, los miembros de la Conatel pidieron a los dirigentes de la radio que los siguieran a la central de transmisión, ubicada en el lugar llamado Cerro Copey. No permitieron que les acompañaran sus asesores jurídicos. En el lugar, representantes de la Conatel les informaron del cierre cautelar de la radio y de la confiscación inmediata del equipo, debido a un aparente uso clandestino de la frecuencia. El comité de la Conatel no se tomó la molestia de verificar si Carabobo Stereo operaba en regla.
Carabobo Stereo emitía desde hacía año y medio con toda legalidad, tras haber obtenido la autorización de la Conatel y del Ministerio de Comunicación e Información (Minci), que incluso había solicitado la inscripción de esta radiodifusora en su sitio de internet, necesaria para llevar a cabo el pago de impuestos y realizar los reportes ordenados por la Conatel. Algunos meses más tarde, en septiembre de 2010, para gran sorpresa de la estación, las autoridades concedieron a otra radio, de una ciudad vecina, la misma frecuencia utilizada por Carabobo Stereo, FM 102.3.
Los dirigentes de Carabobo Stereo presentaron un recurso de amparo al proceso administrativo emprendido por la Conatel, probando la legalidad de la radio. Ahora habrá que esperar un plazo de treinta días para que la Conatel se pronuncie.
¿Cómo explicar las acciones de las autoridades administrativas? ¿Por qué la Conatel procedió al cierre de la radio y a la confiscación del equipo sin notificar al director e imposibilitó la intervención de los asesores legales de la radio? ¿Por qué razón las autoridades otorgaron la misma frecuencia a una radiodifusora más reciente con el mismo ámbito de cobertura? Tantas preguntas de momento sin respuestas.
Este último incidente se inscribe en un contexto de represión contra varios medios de comunicación de Venezuela. Tan sólo durante la primera semana de abril cuatro periodistas fueron víctimas de agresiones. El 7 de abril la periodista Laura Domínguez y su camarógrafo, Heisser Daniel Gutiérrez, de la cadena Globovisión, fueron agredidos física y verbalmente en el estado de Trujillo. El mismo día, en Caracas, la policía militar detuvo, sin orden judicial y durante siete horas, a la periodista Maolis Castro y al fotógrafo Ernesto Morgado del periódico El Nacional, quienes afirman haber sufrido agresiones físicas.