WIKILEAKS | RSF suspende temporalmente su enlace con Wikileaks
Los más de 100.000 nuevos cables publicados por Wikiliaks han generado dos polémicas que cuestionan la pertinencia de que Reporteros Sin Fronteras siga hospedando en su página web el sitio espejo de WikiLeaks, abierto en diciembre de 2010.
Por una parte, algunos de los nuevos cables publicados en el portal no serían anónimos, contendrían los nombres de las fuentes estadounidenses en diferentes países, entre ellos Israel, Jordania, Irán y Afganistán. Si bien hasta ahora no está probado que estas revelaciones hayan puesto en peligro la vida de estas personas, el impacto que podrían tener estos documentos en la vida cotidiana de los informantes no puede menospreciarse: despido de una empresa, represalias, agresiones…
Por otra parte, se habría difundido en internet, en sitios peer-to-peer, un archivo encriptado que contiene el conjunto de cables de WikiLeaks, que incluye los nombres de las fuentes, y la clave para acceder a él.
Como Reporteros Sin Fronteras no cuenta con los medios técnicos, humanos ni financieros para verificar cada cable filtrado, ha decidido aplicar el principio de precaución. La organización había abierto el sitio espejo precisando defender “la libertad de circulación de la información en Internet y el principio de protección de fuentes, sin los cuales el periodismo de investigación no puede existir”. Dado que ahora la protección de las fuentes está en duda, la organización decide suspender el sitio a la espera de un nuevo esclarecimiento del asunto.
La organización continuará nutriendose de información de la página especial WikiLeaks en su sitio web, con el fin de informar sobre la publicación de cables relacionados con la libertad de prensa, así como para difundir noticias de un sitio que contribuye a la difusión de una información libre. Asimismo, Reporteros Sin Fronteras sostiene que WikiLeaks ha realizado una labor útil poniendo a disposición del público estadounidense e internacional información capital, en especial sobre los muy graves ataques a los derechos humanos y a las libertades públicas cometidos bajo la administración de Bush, en nombre de la “guerra contra el terrorismo”.