CHINA | Una inmensa cárcel para periodistas, periodistas ciudadanos y blogueros

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| Una inmensa cárcel para periodistas, periodistas ciudadanos y blogueros
02.06.2017 19:57

Veintiocho años después de la despiadada represión de las manifestaciones prodemocráticas en la Plaza Tiananmen, el 4 de junio de 1989, China tiene encarcelados a más de 100 periodistas, periodistas ciudadanos y blogueros. Entre los presos hay un premio Nobel de la Paz y tres ganadores del Premio Libertad de Prensa de Reporteros sin Fronteras (RSF) -TV5 Monde.

El famoso vídeo del hombre solo frente al tanque, un icono de la “Primavera china”, ya tiene 28 años, sigue sin haberse visto en la televisión china. Casi tres décadas después de la represión, que se calcula dejó más de 1.000 muertos, el régimen chino sigue manteniendo un férreo control de la libertad de expresión y la libertad de información.

El Nobel de la Paz Liu Xiaobo y los galardonados con el premio RSF-TV5 Monde Huang Qi , Lu Yuyu y Li Tingyu se encuentran entre los encarcelados actualmente en China, que ocupa el puesto 176, de entre 180 países, en la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa 2016 de Reporteros Sin Fronteras, sólo superada en autoritarismo por Turkmenistán, Eritrea y Corea del Norte.

Un premio Nobel tras las rejas

El escritor y activista de derechos humanos Liu Xiaobo fue uno de los líderes de las manifestaciones de Tiananmen, durante las que se declaró en huelga de hambre. Es el único  Nobel de la Paz Nobel del mundo en la cárcel. Ante la aparente indiferencia de la comunidad internacional, cumple una pena de cárcel de 11 años desde 2009 por expresar un deseo de democracia en un manifiesto  llamado “Carta 08” publicado en Internet.

Liu ya había pasado más de 18 meses detenido y otros tres años haciendo trabajos forzados. Su esposa, Liu Xia, ha estado bajo arresto domiciliario desde octubre de 2010 y es constantemente acosada por las autoridades a pesar de que no ha sido condenada por un tribunal.

“La constitución de la República Popular de China afirma claramente que sus ciudadanos disfrutan de libertad de expresión y libertad de prensa, que todos los ciudadanos tienen el derecho a criticar a los funcionarios del partido y de exponer sus malas acciones, y que nadie tiene el derecho de suprimir este tipo de información“, apunta Cédric Alviani, director de la nueva oficina para el Este de Asia, en Taipei, de RSF.

“Reporteros Sin Fronteras pide la liberación inmediata de todos los periodistas, periodistas ciudadanos y blogueros encarcelados, y pide a la comunidad internacional que mantengan la presión sobre Pekín”.

En prisión los fundadores de 64Tianwang

Huang Qi creó 64Tianwang, el primer sitio web chino en documentar violaciones de derechos humanos en el país. La cifra 64 alude al 4 de junio, fecha de la matanza de la plaza Tiananmen. Huang, que fue galardonado con el Premio Libertad de Prensa de RSF en la categoría de “ciberdisidente” en 2004, lleva en la cárcel desde el pasado otoño. Había estado preso previamente entre 2000 y 2005, y 2009 y 2012, a causa de lo que publicó sobre la represión de la plaza de Tiananmen.

La policía detivo a Huang en octubre de 2016, al mismo tiempo que a Liu Feiyue , fundador de la web Civil Rights & Livelihood Watch.

Pocas semanas antes de su detención, la policía secuestró a cinco periodistas ciudadanas de 64Tianwang durante la cumbre del G-20. En abril del año pasado, Wang Jing, una periodista independiente que hacía informaciones para 64Tianwang, fue condenada a cuatro años y diez meses de prisión por el cargo de “buscar pelea y causar problemas”.

Deniegan tratamiento médico en el extranjero a Gao Yu

La célebre periodista y ex corresponsal de Deutsche Welle Gao Yu, de 73 años, sigue bajo arresto domiciliario. Galardonada con la Plume d’Or de la Liberté en 1995 y el Premio Guillermo Cano de la UNESCO a la libertad de prensa en 1997, fue detenida en abril de 2014 por enviar de documentos supuestamente confidenciales a un medio de comunicación en el exterior. Reapareció dos semanas después de la Televisión Central de China (CCTV), de propiedad estatal, “confesando sus crímenes” a un oficial de policía, una práctica que se remonta a la China de Mao Zedong.

En su juicio de noviembre de 2014, en el que fue sentenciada a cinco años de prisión, Gao reveló que la policía la había amenazado con represalias contra su hijo si no confesaba. Debido a sus graves problemas de salud, se le ha permitido cumplir su sentencia en casa, pero no buscar atención médica en el extranjero. Las autoridades la siguen sometiendo a ella y a su familia a un acoso constante. Gao está apadrinada por periodistas españoles en el marco de la campaña de apoyo a encarcelados de RSF España.

Aumenta el cerco a los blogueros

China ha experimentado un marcado descenso en el respeto a las libertades desde que  Xi Jinping asumiera la presidencia a finales de 2012, por eso el presidente chino se ha ganado un puesto en las listas de “Depredadores de la libertad de prensa” y de “Enemigos de Internet” de Reporteros Sin Fronteras.

Los periodistas profesionales están ahora obligados formalmente a “orientar la opinión pública” según la “línea del partido oficial”. Sin embargo, esto no ha hecho sino aumentar la relevancia de los periodistas ciudadanos y blogueros… y, consecuentemente, el nivel del acoso al que están sometidos.

Hu Jia, un bloguero que estuvo encarcelado desde 2007 hasta 2011 y que recibió el Premio Sajarov en 2008, ha sido una de las víctimas de la creciente persecución. Aunque sujeto a constante vigilancia policial, fue golpeado por hombres no identificados cuando regresaba a su casa el 16 de julio de 2014.

Hu cree que el ataque fue provocado por una campaña online con motivo del 25 aniversario de la matanza de Tiananmen. Su salud, ya muy afectada por sus años de prisión, ahora es mucho peor porque él sufre de cirrosis hepática y actualmente se encuentra en un estado crítico en el hospital de Pekín.

Objetivo: amordazar al “periodismo ciudadano”

Otro ejemplo de la creciente persecución es el secuestro de los periodistas ciudadanos Lu Yuyu y Li Tingyu, por parte de la policía, en junio el año 2016, mientras documentaban protestas de trabajadores. El último caso es el de Wu Bin, un bloguero conocido por sus comentarios en Twitter que acabó siendo detenido en la ciudad sureña de Shenzhén después de años de acoso por parte de las autoridades.

Es poco probable que las cosas mejoren acorto plazo. La nueva regulación que entró en vigor el 1 de junio amenaza la existencia misma del periodismo ciudadano mediante la imposición de un registro previo como requisito para cualquier persona que publique contenido digital. La nueva norma, que en teoría podría aplicarse a cualquier comentario o vídeo online, está diseñada para intimidar a los periodistas ciudadanos digitales en China y, probablemente, para persuadirlos de que se autocensuren aún más.