FRANCIA | RSF pide la derogación de la ley de ofensas al Presidente

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| RSF pide la derogación de la ley de ofensas al Presidente
27.05.2013 12:17

Reporteros Sin Fronteras pide al Senado francés que derogue hoy, 27 de mayo, el delito de «ofensas al Presidente de la República». La cámara debate un proyecto de ley que viene a modificar la legislación francesa con respecto a algunas normas internacionales.

«El delito de injurias al Presidente de la República es un anacronismo y un desafío a la libertad de información en el mundo, que no tiene cabida en la legislación de un Estado democrático moderno», afirma Reporteros Sin Fronteras. «No hay ninguna razón por la que el jefe de un Estado deba tener una protección especial más a allá de la legislación que ampara a todos los ciudadanos en esa materia. El Presidente es libre de interponer una demanda por injurias o difamación, como cualquier otro ciudadano», añade la organización.

RSF recuerda, además, que los presidentes que interpongan denuncias de difamación deben hacerlo dentro de la línea marcada por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (CEDH), que reclaca constantemente la necesidad de que las figuras públicas muestren una tolerancia particular a la crítica.

El artículo 26 de la ley de 1881 francesa sobre libertad de prensa contempla una multa de 45.000 euros por insultar al Presidente. Una normativa que había caído en desuso desde la presidencia de Valéry Giscard d’Estaing y que volvió a ser utilizada con Nicolas Sarkozy. En noviembre de 2008, un manifestante fue condenado con una multa simbólica por llevar un cartel durante una visita del jefe del Estado francés a Laval.

En marzo de 2013, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos sancionó a Francia por violar la libertad de expresión, y reiteró la importancia del derecho a la crítica y a la sátira política. En una sentencia de 2002, el Tribunal ya sostuvo que el delito de insultar a un jefe de Estado extranjero no era «una medida necesaria».

El delito de injurias a un jefe de Estado extranjero fue eliminado de la legislación francesa, dos años más tarde. «Mantener entonces el delito de insultar al presidente propio es aún más incomprensible», considera Reporteros Sin Fronteras, que lleva años solicitando la abolición de este tipo de legislaciones en el mundo.