RUSIA | Acoso reiterado a dos periodistas noruegos en Sochi
Reporteros Sin Fronteras muestra su indignación por el repetido acoso al que la policía rusa sometió a dos periodistas de la televisión noruega, el reportero Oystein Boden y el cámara Aage Aune, durante la visita de ambos a la región de Sochi –del 31 de octubre al 2 de noviembre- para cubrir los problemas relacionados con los preparativos de los Juegos Olímpicos de Invierno que se celebrarán el próximo febrero.
Boden y Aune, que trabajan para el canal privado noruego TV2, cuentan que la policía los detuvo seis veces en el espacio de tres días, los interrogó al detalle acerca de su trabajo y sus contactos locales y, en un momento dado, incluso los pusieron bajo custodia durante varias horas.
«Detención arbitraria, violación del secreto de las fuentes periodísticas, incautación de material periodístico… Esta sarta de violaciones de la libertad de información sugiere una estrategia completa de acoso», afirma Reporteros Sin Fronteras.
«El calvario al que fueron sometidos ambos periodistas es un mal presagio de las drásticas medidas de seguridad que se aplicarán en el período previo a los juegos. Obviamente, hay que luchar contra las amenazas terroristas, pero eso no justifica tales excesos. Esperamos que las autoridades noruegas reciban rápidamente las explicaciones que han exigido a sus homólogos rusos», añade la organización.
«Los medios de comunicación internacionales no deben sentirse intimidados por este episodio. No hay nada de delictivo en cubrir los preparativos para los Juegos Olímpicos de Invierno o en reunirse con periodistas y activistas locales. Reiteramos nuestro llamamiento a los periodistas extranjeros para que aprovechen el foco de atención en Sochi para mirar más allá de la fachada de los Juegos Olímpicos y reunirse con representantes de la sociedad civil local.
«Al mismo tiempo, instamos a los periodistas destacados a tomar las precauciones necesarias para proteger la confidencialidad de sus fuentes y evitar la vigilancia de sus mensajes. Con este fin, hemos puesto a su disposición un «kit de supervivencia digital«, recuerda RSF.
Boden y Aune disponían de la debida acreditación y utilizaron un coche de alquiler para viajar por Krasnodar, región en la que se encuentra Sochi, y visitar la vecina república autónoma de Adygea.
El 31 de octubre, se les interrogó sobre sus planes y las personas que estaban entrevistando. El 1 de noviembre, en Maykop, capital de Adygea, fueron interrogados dos veces. Al final de la segunda sesión, el 1 de noviembre, otro policía se presentó de repente y acusó Boden de tomar medicamentos, así que lo mandó a una clínica cercana para una prueba de drogas. Este episodio terminó después de una hora y media, cuando una persona que se identificó como el jefe de la policía local, dejó marchar a los dos periodistas y se disculpó por el «error».
Al día siguiente, fueron detenidos e interrogados durante más de una hora entre Maykop y Sochi. Por la tarde, fueron interrogados otra vez cerca de Tuapse, una ciudad en la región de Krasnodar. Esta vez fueron detenidos sin ninguna explicación y los pusieron en una celda con otros arrestados.
Su equipo fue confiscado temporalmente, y se hizo caso omiso de sus reiteradas peticiones de llamar a su embajada. Los pusieron en libertad alrededor de las 10 de la noche, pero al llegar a las afueras de Sochi, fueron detenidos de nuevo.
Después de un registro y un control de seguridad, fueron llevados al puesto de policía más cercano, donde un oficial interrogó a Boden sobre su vida privada y su trabajo, llegando incluso a pedirle una lista de las personas que planeaba reunirse en Sochi o los lugares en los que pensaba grabar. Después de haber sido obligado a firmar una declaración sin haber recibido una copia, finalmente se les permitió seguir su camino alrededor de la una de la madrugada.
El miércoles, el Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia dio ofreció una disculpa formal a los dos periodistas por la «serie de actuaciones injustificadas» y dijo que el policía responsable sería castigado por «abuso de autoridad».
Reporteros sin Fronteras publicó un informe en profundidad a principios de octubre sobre el estado de la libertad de información en la región de Sochi.