TURQUÍA | Amenaza de alerta roja de Interpol contra el periodista turco exiliado Can Dündar
Un fiscal de Diyarbakır, en el sudeste de Turquía, pidió este 28 de septiembre al ministro de Justicia turco que curse una ‘alerta roja’ de la Interpol para detener a Can Dündar, periodista turco ahora exiliado en Alemania y acusado de hacer propaganda del ilegal Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK). En respuesta a esta situación, Reporteros Sin Fronteras (RSF) reitera su llamamiento para que se realice una revisión urgente de Interpol, debido a la creciente tendencia a ser explotada por gobiernos represivos como el de Turquía.
La solicitud de alerta roja llegó apenas un día después de que Dündar, ex director del diario turco Cumhuriyet, fuera nominado para el Premio Nobel de la Paz. El periodista huyó a Alemania en 2016, después de ser procesado por «divulgar secretos de estado con fines de espionaje» y de «colaboración con una organización terrorista».
La nueva acusación de propaganda del PKK se basa en un discurso pronunciado en Diyarbakır el 24 de abril de 2016 en el que criticaba el hostigamiento de periodistas críticos y acusaba a los periodistas progubernamentales de ser cómplices de crímenes de guerra apoyando las operaciones militares del gobierno en las provincias kurdo-turcas.
La acusación formulada por la Fiscalía de Diyarbakır para solicitar la alerta roja de Interpol se debe a que no se ha podido interrogar a Dündar en relación con esta acusación.
«Hay una necesidad urgente de reformas en la Interpol, especialmente en lo que se refiere a las ‘alertas rojas’ que los gobiernos usan con demasiada frecuencia para perseguir a los opositores políticos en el extranjero», afirma Virginie Dangles, redactora jefe de Reporteros Sin Fronteras.
«Interpol no debe ser acaparada para ayudar a los intentos del gobierno turco de extender su persecución más allá de sus fronteras. Y las autoridades turcas deben dejar de perseguir a Can Dündar, una figura destacada en la lucha por la libertad de prensa, y a todos los periodistas que han sido injustamente procesados».
El número de alertas rojas de Interpol casi se ha quintuplicado en la última década -de los 2.804 en 2006 a 12.878 en 2016-, lo que ha provocado críticas de grupos de la sociedad civil que han acabado por recibir cierta atención.
Interpol comenzó a reforzar su mecanismo de apelación en 2015, pero aún queda mucho por hacer, tanto en lo que se refiere a la puesta en práctica de las reformas como a un mejor filtrado de las solicitudes de los Estados represivos.
Esto ya se subrayó en una resolución de abril de 2017 de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa, en la que se pedía a la Interpol «que continúe mejorando su procedimiento de alerta roja para prevenir y remediar los abusos de forma aún más eficaz».
Después de pasar casi 100 días detenido entre finales de 2015 y principios de 2016, Dündar fue condenado a cinco años y diez meses de prisión en de mayo de 2016 (junto con su compañero de Cumhuriyet, el periodista Erdem Gül) por el cargo de “divulgación de secretos de Estado”. Quedó en libertad en espera de una resolución sobre su apelación, pero fue objeto de un intento de asesinato a la salida del tribunal.
Dündar huyó del país inmediatamente después del intento de golpe de Estado de julio de 2016, que desencadenó una purga sin precedentes contra los medios críticos. Él y Gül siguen encausados además por la acusación de colaborar y apoyar «a la organización terrorista FETÖ» (el Movimiento Gülen). La próxima audiencia en el caso está programada para el 4 de octubre.
Turquía ocupa el puesto 155, entre 180 países, en la Clasificación Mundial 2017 de la libertad de prensa que publica Reporteros Sin Fronteras. Más sobre el país, en el Informe Anual de la organización.