UCRANIA | RSF pide libertad para cubrir la crisis de Crimea
- La organización solicita que se reanuden las actividades de los medios suspendidos, se permita la entrada a la prensa a la península de Crimea y se garantice la seguridad de los periodistas.
Reporteros Sin Fronteras condena la censura y la intimidación a varios medios de comunicación en Crimea, la república autónoma del sur de Ucrania, que lleva controlada desde el 28 de febrero por militares, según algunas informaciones vinculados a Rusia, aunque Moscú lo niega.
«Mientras la naturaleza de los acontecimientos que tienen lugar en Crimea sigue siendo el principal punto de información en la península, se están produciendo muchas violaciones a la libertad de prensa en paralelo», denuncia RSF.
La organización recuerda a todas las partes implicadas en el conflicto que tienen el deber de proteger a los periodistas y permitir que hagan su trabajo. «Aquellos que controlan el poder en Crimea y las milicias armadas de la región tienen que hacer todo lo posible para que los medios locales puedan seguir operando, para que estén operativas las infraestructuras de las comunicación y no se pongan barreras a que la prensa entre en la península», añade el Secretario General de RSF, Chistophe Deloire.
«No importa lo compleja que pueda ser la situación actual, no hay justificación para interrumpir arbitrariamente las actividades de algunos medios de comunicación ni agredir periodistas», concluye Deloire.
Censuras e intimidaciones
La señal de televisión de la principal cadena independiente de Crimea, Chernomorka, lleva cortada desde ayer. El centro de transmisiones de la península ha asegurado haberlo hecho cumpliendo órdenes «ajenas a nuestro control», pero no ha dado más explicaciones.
La televisión estatal GTRK Krym, tomada por soldados el 28 de febrero, es en la actualidad la única señal disponible en Crimea. Chernomorka continua sus emisiones por cable, satélite e Internet, pero su web ha sufrido también ataques informáticos.
El gabinete de Crimea ha amenazdo también con suspender la señal de las televisiones ucranianas por «crear la ilusión de que había una intervención militar». En un comunicado de prensa ha asegurado que cortarán su señal «si continúa esta campaña negativa». «Las autoridades de Crimea se verán forzadas a cortar todo este flujo de información unilateral para impedir que el pueblo se contamiente con ella», advierten.
El 1 de marzo, una treintena de individuos armados que asegurabn pertenecer a la milicia pro-rusa «Frente de Crimea» irrumpió en el centro de prensa de Simferopol, sede del Centro de Investigaicones Periodísticas y retuvo a los periodistas que se encontraban en el interior durante varias horas, alegando que «estaba saliendo información falsa» del edificio. La milicia ofreció a los periodistas «un acuerdo para que cubrieran adecuadamente los eventos».
También 28 de febrero individuos armados tomaron el control del centro de transmisiones de la empresa de telefonía UkrTelekom, desconectando parte de la red fija, el acceso a Internet y la red móvil.
Periodistas sin libertad de movimientos
Varios periodistas procedentes de Kiev han visto impedida su entrada a la península en los puntos de control que unen a Crimea con el resto de Ucrania.
Bohdan Kutyepov, reportero de la televisión Hromadske, ha asegurado que no pudo entrar el 1 de marzo, cundo lo intentó con otros compañeros de TV, CDF y France 24. Individuos armados les amenazaron con abrir fuego contra ellos si tomaban fotos.
Ese mismo día tampoco pudieron pasar el punto de control de Armyansk Igor Trubayev de Khersonskie Vesti y Oleg Zaychenko de Tvoya Pravda.
Periodistas agredidos
El 1 de marzo fueron agredidos dos cámaras de ATR que gravaban a las milicias que protegían el edificio de los ministros del Gobierno. Ese mismo día un reportero se Radio Svoboda fue agredido y forzado a besar una bandera rusa en una manifestación en Kharkiv, y al día siguiente, en Donetsk, también fueron agredidos varios periodistas de la cadena Pershy Dilovy TV y de la agencia URA-Inform.Donbass.