ESPAÑA | RSF condena los ataques de la policía española a informadores, en manifestaciones

Reporteros Sin Fronteras condena enérgicamente los ataques sufridos por periodistas y fotógrafos en varios eventos sociales y Jornadas Mundiales de la Juventud, celebradas en Madrid entre el 16 y el 21 de agosto de 2011.

La organización manifiesta su consternación por el comportamiento de las fuerzas de seguridad y afirma que «durante el mes de agosto, no menos de seis periodistas y fotógrafos de prensa han sufrido palizas y agresiones intencionadas cuando ya se habían identificado claramente ante las autoridades. Los casos mencionados son demasiado numerosos para tratarse de una mera «brutalidad policial». La policía parece ignorar la presencia de testigos que difunden imágenes de la represión, bastante dura, que ha recaído, entre otros, sobre los manifestantes laicos».

Hasta ahora, la credencial de prensa era suficiente para identificar a los profesionales de la información. Su uso es satisfactorio, siempre y cuando se respete. La organización hace un llamamiento a la dirección de los servicios de la policía para que renueven la instrucciones sobre el tratamiento que tiene la prensa en eventos de este tipo, al tiempo que alienta a periodistas y fotógrafos de prensa a portar su acreditación. Sin embargo, RSF llama la atención del Gobierno español sobre el hecho de que la toma de fotografías en lugares públicos no es un privilegio exclusivo de periodistas, sino un derecho garantizado a todos por el artículo 19 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Reporteros Sin Fronteras no considera deseable el desarrollo de nuevos protocolos para organizar la toma de imágenes, protocolos que sólo pueden traer restricciones a la libertad de información. 

La organización exige también que se abran investigaciones serias sobre los agentes que perpetraron esta violencia, tan incontrolada como injustificada. Algunos de nuestros colegas disponen, presumiblemente, de las pruebas necesarias para las investigaciones. La no continuidad en la investigación de estos asuntos supondría un estímulo  y un respaldo para estos comportamientos.

Gorka Ramos, reportero de la sección internacional de la web de información Lainformacion.com ya había sido detenido y golpeado por la policía 4 de agosto de 2011, en Madrid, mientras cubría una manifestación frente al Ministerio del Interior.

Mientras mostraba su tarjeta de prensa, fue derribado por un oficial de un golpe en el estómago. Once agentes de la policía se abalanzaron sobre él, golpeándole de nuevo, ante las miradas atónitas  de los demás periodistas. Un cámara registró el ataque, permitiendo así refutar la tesis avanzada por la policía que acusaba a Gorka Ramos de haberles insultado.

Otros cinco periodistas han sido atacados durante el mes de agosto. Lidia Ucher y Patricia Horrillo han sido insultados, amenazadas y agredidas por agentes de la policía mientras preparaban un informe el 17 de agosto 2011. El reportero gráfico Daniel Nuevo, colaborador del periódico Día de Córdoba, fue golpeado la noche del 18 de agosto por la policía mientras tomaba imágenes de los movimientos laicos que protestaban por la visita del Papa. Los periodistas Jonas Candalija (Red Europea), Manuel Cuellar (El País) y el fotógrafo independiente Gonzalo Arroyo también sufrieron ataques similares.