EGIPTO | Segundo juicio contra los periodistas de Al-Jazeera: RSF vuelve a pedir su absolución
La justicia egipcia debe dar su veredicto este 30 de julio de 2015, en el segundo juicio de tres periodistas de Al-Jazeera, acusados de «colaborar con una organización terrorista». Reporteros Sin Fronteras (RSF) pide, una vez más, la absolución de los periodistas, puestos en libertad en febrero, después de más de 400 días de detención.
Este veredicto, tan esperado, decidirá el destino de Mohamed Fadel Fahmy y Baher Mohamed, en libertad bajo fianza, y del australiano Peter Greste, expulsado en febrero a su país de origen en virtud de un decreto presidencial. Los tres fueron detenidos en diciembre de 2013.
«Los periodistas de Al-Jazeera deben quedar libres y absueltos en este segundo juicio», afirma Alexandra El Khazen, responsable para Oriente Medio y el Magreb de Reporteros Sin Fronteras. «Nunca debieron ser juzgados: estos periodistas fueron injustamente detenidos y procesados por el simple hecho de hacer su trabajo. El mundo entero mira hacia Egipto por este caso histórico para la libertad de prensa. No son los periodistas quienes empañan la reputación del país, sino los juicios injustos y políticos».
Mohamed Fadel Fahmy y Peter Greste fueron condenados en su primer juicio a siete años de prisión, y su colega Mohamed Baher, a diez años de prisión. El Tribunal de Casación había pedido un nuevo juicio en enero de 2015, debido a la falta de pruebas.
Los periodistas de la emisión en inglés de Al-Jazeera están acusados de «apoyar a una organización terrorista» y difundir «noticias falsas». Al-Jazeera está en el punto de mira de las autoridades desde el comienzo de los levantamientos, en 2011. Considerada la voz mediática de Doha, se critica su cobertura, considerada demasiado favorable a los Hermanos Musulmanes, decretada «organización terrorista» en diciembre de 2013.
El juicio a los periodistas de Al-Jazeera, llamados por la prensa oficialista «la célula del Marriott» (nombre del hotel en el que fueron detenidos en diciembre de 2013), provocó una protesta internacional y puso en apuros a las autoridades egipcias, quienes invocan a la lucha antiterrorista y a la seguridad nacional para reprimir la disidencia.
Un reciente proyecto de ley contra el terrorismo, en espera de la aprobación por parte del presidente Al Sissi, ha sido fuertemente criticado por los sindicatos de periodistas y las organizaciones internacionales. El artículo 33, en particular, amenazaba en un principio a los periodistas con dos años de prisión si sus coberturas de los atentados difería de la versión oficial proporcionada por las autoridades. La pena de prisión ha sido sustituida por una fuerte multa de 200.000 a 500.000 libras egipcias (entre 23.000 a 58.000 euros).
Con al menos quince periodistas encarcelados a causa de sus actividades profesionales, Egipto es una de las mayores prisiones del mundo para los trabajadores de los medios después de China, Eritrea e Irán.
Egipto ocupa el puesto cabo 158, entre 180 países, en la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa 2015 de Reporteros Sin Fronteras. Más sobre el país, en elInforme Anual de la organización.