EGIPTO | Detenido otro reportero de Al-Jazeera y aplazado por quinta vez el juicio a sus compañeros

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| Detenido otro reportero de Al-Jazeera y aplazado por quinta vez el juicio a sus compañeros
11.04.2014 11:53

Abdulrahim Shaheen, reportero que trabaja para la cadena Al-Jazeera y dos periódicos – Al-Hurriya wa Al-adala y Misr 25– fue detenido este 10 de abril por la policía de seguridad egipcia bajo las acusaciones de «pertenencia a un grupo terrorista», «incitación al odio » y «difundir información falsa». Al mismo tiempo, en El Cairo, el juicio contra 20 periodistas de Al-Jazeera fue aplazado por quinta vez tras otra audiencia celebrada este jueves.

En Egipto, los periodistas siguen expuestos a la detención arbitraria, aunque la nueva Constitución garantice la libertad de expresión y de opinión (artículo 65), la libertad de prensa (art. 70) y la independencia de los medios (artículo 72).

Está claro que a las autoridades egipcias no les ha gustado la cobertura que ha hecho Al -Jazeera de las manifestaciones en apoyo al derrocado presidente Mohamed Morsi. El 3 de septiembre, la Sala Administrativa del Consejo de Estado ordenó el cierre de la de la delegación egipcia de Al-Jazeera.

Una veintena de periodistas de Al-Jazeera están acusados ​​de «socavar la unidad nacional y la paz social», «difundir información falsa» y «pertenencia a una organización terrorista». Ocho de esos 20 han sido detenidos, mientras que los otros 12 están siendo juzgados en rebeldía.

La fiscalía no ha revelado la identidad de los periodistas detenidos. Entre éstos se encuentran, desde el 29 de diciembre, el director de la oficina de El Cairo Mohamed Adel Fahmy -que tiene la doble nacionalidad canadiense y egipcia-, el egipcio Baher Mohamed, y el australiano Peter Greste.

Greste está acusado de «colaborar con los acusados ​​egipcios, proporcionándoles dinero, equipos e información ( … ), así como de la difusión de informaciones falsas diseñadas para dar la impresión al mundo exterior que había una guerra civil».

En una muestra de solidaridad, muchos periodistas se reunieron frente a la sede de la BBC en Londres el 7 de abril, cuando se cumplían los 100 días de su detención.

Reporteros Sin Fronteras condena la forma en la que las autoridades egipcias están persiguiendo a los periodistas. Deben respetar los principios consagrados en la nueva Constitución, en especial en el artículo 71, que prohíbe las penas de cárcel en casos de medios de comunicación.

Otro periodista de Al-Jazeera, Abdullah Al- Shami, está detenido desde el 14 de agosto sin una acusación formal. Inició una huelga de hambre el 23 de enero como protesta por su detención arbitraria y ha perdido 30 kilos.

Reporteros Sin Fronteras ha hablado por teléfono con su hermano, Mohamed Al- Shami, quien ha dicho estar «muy preocupado por la salud de Abdullah» y ha explicado que «el médico sólo lo ha visto tres veces durante su detención » y que «su salud se ha deteriorado considerablemente».

En una carta abierta que Abdullah al-Shami ha hecho llegar a Reporteros Sin Fronteras a través de su hermano Mohamed, el periodista detenido escribe:

«Mi nombre es Abdullah Al-Shami. Ya he vivido un cuarto de siglo de mi vida, de la que he pasado ocho meses entre cuatro paredes, donde cada día es igual que el anterior y el siguiente. No hay mañana aquí, no hay novedad. Han pasado 80 días desde el inicio de mi huelga de hambre y no voy a renunciar hasta alcanzar mi objetivo de recuperar mi libertad. Mi historia no es la única. Es la historia de todos aquellos que tienen sed de la libertad de información, que está garantizada por las leyes. No muy lejos de esta celda se abrirá una puerta, sin barrera ni guardia, y levantaré la cabeza con confianza y determinación firme. Yo no soy un criminal ni un miliciano. Soy periodista, y el periodismo no es un crimen».

El estado de salud de Mohamed Adel Fahmy también es preocupante. Tiene una lesión en el hombro que no ha sido tratada de forma adecuada y no puede mover el brazo derecho. Su familia escribió al presidente en funciones, Adly Mansour solicitando su libertad para que pueda recibir el tratamiento conveniente.