IRÁN | De nuevo encarcelados los periodistas Henghameh Shahidi y Ehssan Mazndarani, en vísperas del Año Nuevo iraní
Reporteros Sin Fronteras (RSF) reitera su condena al continuo acoso del régimen iraní contra los periodistas. En vísperas del Año Nuevo iraní, que se celebra el 20 de marzo, una época en la que los presos esperan ser puestos en libertad, los periodistas Henghameh Shahidi y Ehssan Mazndarani han sido detenidos, mientras que a otros han recibido amenazas de detenciónpor parte de los tribunales, la Guardia Revolucionaria y el Ministerio de Inteligencia.
Henghameh Shahidi, periodista y directora del blog Paineveste, fue detenida en casa de su hermana en la ciudad de Mashhad, al noreste de Irán, por orden de la fiscalía de Teherán para la cultura y los medios de comunicación. En una carta publicada después de su detención, afirmó que había sido blanco de «amenazas de organismos gubernamentales».
«Haré huelga de hambre hasta mi liberación o mi muerte», afirmaba la carta. Mostafa Turk Hamadani, abogado que espera que le permitan defenderla, dijo que había sido trasladada a Teherán y que se le había negado el derecho a recibir visitas. Su madre, Nahid Kermanshahi, ha dicho que la periodista está enferma y que fue operada dos veces del corazón en el pasado.
Shahidi fue detenida por primera vez en junio de 2009 y puesta en libertad en noviembre del mismo año por orden de un tribunal revolucionario de Teherán bajo fianza de 9 millones de tomanes (unos 8.000 euros). Después de una convocatoria del Ministerio de Inteligencia en febrero de 2010, un tribunal de Teherán la sentenció, en apelación, a seis años de prisión y a una multa de 50.000 de tomannes, pero fue liberada por razones médicas en octubre de 2010.
Agentes de inteligencia de la Guardia Revolucionaria detuvieron violentamente, este 12 de marzo, a Ehssan Mazndarani, director del diario Farhikhteghan, con el argumento de que no debería haber sido puesto en libertad hace un mes porque no había cumplido toda su condena.
Mazndarani fue liberado el 9 de febrero tras resolverse que había cumplido su sentencia de dos años de cárcel. Es una de las víctimas de una oleada de arrestos en noviembre de 2015, y, en un principio, fue condenado a siete años de prisión, sentencia que se redujo a dos años en la apelación.
Mientras estuvo en prisión, fue hospitalizado varias veces con problemas de corazón y del pecho, después de una huelga de hambre de tres semanas. Su familia dice que, después de la detención del domingo, lo llevaron a la prisión de Evin en Teherán, donde inmediatamente comenzó otra huelga de hambre.
Por otra parte, el célebre periodista independiente Issa Saharkhiz, otra de las víctimas de la oleada de detenciones de noviembre de 2015, fue maltratado por guardias penitenciarios durante un registro de sus efectos personales el 11 de marzo. Lleva en el hospital desde marzo de 2016 por razones médicas. Sus familiares dicen estar preocupados por su salud.
Saharkhiz estuvo apadrinado por la sección española de Reporteros Sin Fronteras hasta octubre de 2013 mientras cumplía una condena de siete años de cárcel.
Otra fuente de preocupación para Reporteros Sin Fronteras es Tahereh Riahi, jefa de sociedad de la agencia de noticias Borna, que fue detenida el 27 de diciembre. Sigue en régimen de aislamiento en la sección 209 de la prisión de Evin y se le sigue negando el derecho a visitas. Al parecer, su estado de salud, tanto física como psicológica, es deplorable.
Clasificado en el puesto 169, entre 180 países, en la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa 2016 de Reporteros Sin Fronteras, Irán es una de las cinco mayores cárceles del mundo para los periodistas, con un total de 30 profesionales y periodistas ciudadanos detenidos. Más sobre el país, en el Informe Anual de la organización.
