MARRUECOS | El Ministerio del Interior la emprende contra un informe que denuncia la vigilancia estatal a periodistas y activistas
La situación es pura ironía. Mientras son los periodistas y activistas de derechos humanos víctimas de la vigilancia quienes tendrían derecho a denunciar la violación de su privacidad, es el Ministerio del Interior de Marruecos el que presenta una queja contra un informe que denuncia las prácticas de vigilancia de las autoridades marroquíes.
El Ministerio del Interior marroquí anunció el 8 de mayo que había presentado una denuncia ante el Ministerio Público contra «las personas que prepararon y distribuyeron un informe que contiene graves acusaciones sobre prácticas de espionaje.»
El Ministerio se refería a «Sus ojos sobre mí: Vigilancia en Marruecos», un informe de Privacy International y su socio marroquí, la Asociación de Derechos Digitales (ADN, por sus siglas en francés), sobre de los métodos de vigilancia online utilizados por las autoridades marroquíes contra periodistas y activistas de la información.
Mientras se intensifica la persecución de los periodistas en Marruecos, esta denuncia tiene un único objetivo: intimidar a los que no se han reducido a la autocensura o al silencio», dijo Grégoire Pouget, responsable de Nuevos Medios de Reporteros Sin Fronteras. «No puede haber libertad de información sin la protección de las fuentes, pero no hay manera de garantizar la protección de las fuentes en un país donde este tipo de prácticas son la norma. Hacemos un llamamiento a las autoridades marroquíes para que retiren la denuncia y para que dejen de intimidar a los periodistas».
A través de cuatro testimonios de víctimas de la vigilancia del estado, un periodista profesional y tres periodistas ciudadanos, el informe muestra el tremendo impacto que la vigilancia estatal ha tenido en la actividad periodística en Marruecos.
El periodista profesional Ali Anouzla (proclamado ‘Héroe de la Información’ por Reporteros Sin Fronteras), describe sus muchas experiencias de vigilancia, escuchas telefónicas y hackeo de sus cuentas de Facebook.
Los periodistas ciudadanos son Hisham Almiraat, Samia Errazzouki y Yassir Kaza, antiguos miembros de Mamfakinch («No se nos pasa nada » en árabe), una revista digital colectiva creada en 2011 para cubrir el Movimiento 20 de febrero de Marruecos. Fueron víctimas de una aplicación de software espía desarrollado y comercializado por Hacking Team, una empresa italiana que Reporteros Sin Fronteras declaró «Enemiga de Internet «en 2013.
El informe señala que el Gobierno marroquí ha adquirido el sistema de vigilancia de Eagle, el mismo que Muamar Gadafi utilizaba para espiar a la población libia. Capaz de interceptar correos electrónicos y de seguir la actividad de los periodistas y disidentes en las redes sociales, fue desarrollado e instalado por Amesys, una empresa francesa también incluida por Reporteros sin Fronteras entre los «Enemigos de Internet».
Marruecos ocupa el puesto 130, entre 180 países, en la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa 2015 de Reporteros Sin Fronteras. Más sobre el país en el Informe Anual de la organización.