ÁFRICA | El virus del Ébola también afecta a la libertad de información
La lucha contra la epidemia necesita buena información en los medios, pero el pánico de los gobiernos amordaza a los periodistas
El pánico en los países de África occidental afectados por la epidemia de Ébola está pasando factura a los medios de comunicación locales. Algunos países están «poniendo en cuarentena» a sus periodistas para impedirles cubrir esta crisis de salud pública sin precedentes, a pesar de que la cobertura de medios de comunicación responsables es muy necesaria.
En Guinea, el pasado fin de semana, unos soldados impidieron a un grupo de abogados y periodistas viajar a un pueblo de la prefectura N’Zérékoré para investigar los asesinatos de ocho personas, entre ellas tres periodistas, durante una visita de educación sanitaria a la aldea el 18 de septiembre.
Aunque los abogados y los periodistas tenían permiso oficial para visitar el pueblo, su equipo fue incautado y, según Radio France Internationale, se eliminaron sus grabaciones y fotos.
El ejército controla ahora el área del crimen e impide a cualquiera llegar hasta allí, incluso a aquellos con órdenes firmadas por las autoridades civiles, lo que deja en evidencia la confusión administrativa que está complicando la lucha contra el Ébola.
En Liberia, las autoridades anunciaron la semana pasada nuevas restricciones a la cobertura mediática de la epidemia. Los periodistas deben ahora obtener un permiso del Ministerio de Salud para realizar entrevistas o tomar fotos dentro de los hospitales y, lo que es aún peor, al personal médico se le ha prohibido la comunicación directa con los medios.
El Ministerio de Información procedió a apretar la garra del gobierno sobre los medios de comunicación, asumiendo las competencias de emisión de tarjetas de prensa, que hasta ahora emitían los sindicatos de prensa de Liberia, en línea con los estándares internacionales, entre ellos la Declaración de Table Mountain, que el presidente Elaine Johnson Sirleaf firmó en julio de 2012.
Ésta no es la primera vez que los periodistas de Liberia han visto recortada su libertad desde el inicio de la crisis. Henry Karmo, periodista del diario independiente África FrontPage, fue detenido el 11 de agosto mientras cubría una protesta contra el estado de emergencia que salir de noche.
Helen G. Nah, editora del Periódico Voces de Mujeres, fue interrogada unas semanas después de la publicación de un artículo sobre la supuesta malversación de fondos destinados a la lucha contra el Ébola.
Las autoridades de Liberia no son las únicas que están preocupadas por su reputación. En Sierra Leona, el parlamento amenazó con adoptar medidas drásticas contra la prensa que se atreviera a criticar cómo se está gestionando el financiamiento para la crisis sanitaria.
También en Senegal los periodistas tienen razones para andarse con cuidado, sobre todo porque el editor de La Tribune, Félix N’Zalé, fue multado con 1 millón de francos CFA (unos 1,500€) y fue condenado a un año de cárcel suspendida por dar datos inexactos de los casos de Ébola en Senegal.
Si bien es esencial que los medios de comunicación no contribuyann a difundir rumores falsos, la severidad de la sentencia intimida a todos los medios senegaleses, que no han tenido más problemas desde entonces.
La información sobre la epidemia de Ébola incluso se ha restringido en los países que no se han visto afectados por el virus. En Sudán, por ejemplo, el gobierno ha prohibido a los medios cubrir la historia.
La responsabilidad de los medios
A pesar de la frecuencia y la gravedad de estas violaciones de la libertad de información, también se han visto algunos logros.
Nigeria no se destaca por respetar los derechos de los medios de comunicación y un periodista fue detenido allí en agosto por escribir acerca de la epidemia. Pero, según la agencia de noticias humanitarias IRIN , Nigeria se ha conducido de manera muy diferente a sus vecinos, utilizando los medios de comunicación, y especialmente las redes sociales, para ayudar a combatir la epidemia.
«El miedo que las autoridades sentían al principio por la magnitud de la epidemia dio lugar a intentos contraproducentes de censurar los medios de comunicación», destaca Cléa Kahn-Sriber, responsable de Reporteros Sin Fronteras para África.
«Para acabar con esta epidemia, los medios de comunicación y los gobiernos deben asumir sus propias responsabilidades profesionales. Tras décadas de promover la libertad de información, no debemos dejar que esta crisis nos deuelva al pasado. En vez de eso, debe ser vista como una oportunidad para que los gobiernos de los países afectados trabajen más estrechamente con los medios de comunicación y promuevan el periodismo responsable», añade. «Instamos a esos gobiernos a no ceder ante el pánico que podría inducirlos a revertir los avances democráticos que han tardado años en conseguir.»
Hay que reconocer que algunos medios de comunicación también han cometido excesos. Los periodistas se han dado a los reportajes sensacionalistas y, a veces, han difundido noticias falsas. En Nigeria, por ejemplo, varios medios dijeron que se podría evitar el contagio del Ébola bebiendo mucha agua salada. Este rumor se extendió de tal manera que el Ministerio de Información tuvo que desmentirlo.
En una declaración el 17 de septiembre, la Federación Mundial de Periodistas Científicos subrayó la «urgente necesidad de cerrar la brecha de comunicación entre los científicos, los periodistas y las comunidades»,
Médicos Sin Fronteras (MSF) y Radio France Internationale (RFI) han mostrado el camino de la cooperación entre los medios de comunicación y los profesionales de la salud. En los países afectados por el Ébola, RFI está transmitiendo mensajes de información de salud producidos conjuntamente con MSF.
Países afectados por el Ébola y su lugar en la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa 2014 de Reporteros sin Fronteras: Senegal ocupa el puesto 62; Sierra Leona, el 72; Liberia, el 89; Guinea, el 102; Nigeria, el 112, y Sudán está en el puesto 172.