ALEMANIA | RSF demanda a la agencia de inteligencia alemana por la vigilancia masiva
La Sección Alemana de Reporteros sin Fronteras (RSF Alemania) ha llevando a los tribunales a la agencia alemana de inteligencia exterior, Bundesnachrichtendienst (BND) por violar el secreto de las telecomunicaciones de la organización. La demanda fue presentada ante el Tribunal Administrativo Federal en Leipzig el 30 de junio de 2015.
RSF Alemania acusa a la BND de espiar los correos electrónicos de la organización con sus socios extranjeros, periodistas y otros, como parte de la vigilancia de señales de la agencia. Esto perjudica gravemente la labor de RSF y los intereses de la organización. Muchos periodistas alemanes, así como de países autoritarios como Uzbekistán, Azerbaiyán o China, contactan regularmente con RSF para hablar de problemas y asuntos confidenciales dignos de protección jurídica. Las prácticas de vigilancia de las comunicaciones del BND, sin embargo, suponen que estos periodistas ya no pueden confiar en el supuesto de que estas preocupaciones serán confidenciales.
Prácticas de vigilancia desproporcionada
Según el último informe anual del Panel de Control Parlamentario (la comisión parlamentaria encargada de velar por el trabajo de las agencias de inteligencia de Alemania), se estima que sólo en 2013, el BND escaneó cientos de millones de mensajes de correo electrónico por las palabras clave que conforman sus alertas estratégicas de inteligencia. El BND determinó entonces que más de 15.000 de estos mensajes fueran investigados con mayor detalle. RSF Alemania trabaja con países como los de la antigua Unión Soviética o de Oriente Medio, que se cuentan entre los principales asuntos. Según de qué año se trate, la organización mantenía un estrecho intercambio con numerosos periodistas y otras personas sobre cuestiones tales como las actividades de diversas agencias de inteligencia. Sobre la base de lo que se conoce públicamente sobre los operadores de búsqueda utilizados por el BND, RSF Alemania, por tanto, tiene que asumir que un número significativo de sus mensajes de correo electrónico fueron interceptados y sometidos a un examen detallado.
RSF considera esta práctica como vigilancia desproporcionada y tiene la convicción de que no está cubierta por la ley alemana que regula las limitaciones del secreto constitucional de la correspondencia y las telecomunicaciones (Ley G10). Por la gran dimensión de la vigilancia, RSF considera que la protección de las fuentes periodísticas ya no está garantizada y que la libertad de prensa en Alemania está en peligro. En estas circunstancias, los medios de comunicación ya no pueden cumplir con su papel de mecanismo de control en una sociedad democrática.
La vigilancia en masa afecta negativamente a los periodistas y las fuentes
Los periodistas en Alemania, como en otros países democráticos, gozan del privilegio de que se les permita negarse a prestar declaración, y eso incluye mantener en secreto a sus fuentes frente a investigaciones de las autoridades. Además, las comunicaciones de los periodistas gozan de una protección especial en un Estado democrático. Con su demanda, RSF Alemania pretende reinstaurar este derecho de los periodistas.
Varios estudios han concluido que, frente a la vigilancia en masa, los periodistas se sienten amenazados en su trabajo y que esto afecta de forma negativa a su manera de trabajar. En algunos casos, los informantes incluso se han negado a ponerse en contacto con los periodistas porque temen que se verán expuestos ante los servicios de inteligencia. Las fuentes y los denunciantes confidenciales, sin embargo, son fundamentales para la información periodística independiente en una democracia.
Reforzar la credibilidad frente a los estados autoritarios
Al someter las prácticas de control de la BND a la revisión del Tribunal Administrativo Federal, RSF Alemania también tiene como objetivo fortalecer la credibilidad del país frente a las prácticas de vigilancia arbitrarias de estados autoritarios como China, Arabia Saudí o Turkmenistán. A finales de 2013, la Asamblea General de la ONU adoptó una resolución sobre el «derecho a la privacidad en la era digital», que fue promovido por el gobierno alemán.
Sin embargo, el gobierno de Alemania se enfrenta a un evidente problema de credibilidad al tratar de persuadir a otros gobiernos para que respeten más la libertad de información a la vez que llevan a cabo prácticas similares en el país y espían a sus ciudadanos a escala masiva desde los servicios de inteligencia alemanes. Las autoridades alemanas también deben poner en práctica las exigencias de la resolución de la ONU en su propio país y asegurarse de que el Servicio Federal de Inteligencia respeta las leyes alemanas e internacionales.
Demanda contra el sistema de meta data de la inteligencia alemana
RSF Alemania también emprende acciones legales contra el uso del sistema de análisis de tráfico «Veras» (Verkehrsanalysesystem) que la BND ha estado utilizando para recoger y procesar las comunicaciones de los ciudadanos alemanes desde 2002. Se recopilan registros de conexión de teléfono, mensajes cortos SMS, masajes de correo electrónico, así como datos sobre el tráfico de Internet de los ciudadanos y el uso de las redes sociales. No hay ninguna base legal para este tipo de recogida y análisis de datos; por lo tanto, debe ser detenido inmediatamente.
Las autoridades encargadas de la seguridad sostienen que «Veras» les ayuda a identificar las relaciones entre los sospechosos de terrorismo y a descubrir planes secretos o redes completas. Sin embargo, el método se está aplicando de forma muy amplia, lo que significa que puede abarcar incluso a los periodistas que puedan estar vinculados, sólo indirectamente y a través de hasta cuatro intermediarios adicionales, a un sospechoso de terrorismo. Esto da lugar a la obtención de alrededor de 500 millones de registros de metadatos al mes, según la BND. Ante esta gigantesca cantidad, es muy probable que los registros de conexión de RSF Alemania como organización con una gran cantidad de comunicaciones internacionales también se hayan incluido en el programa.
La inviolabilidad de la correspondencia, correos y telecomunicaciones es un derecho humano universal y ampliamente respetado. Ya en marzo, RSF y otros grupos de la sociedad civil pidieron un control exhaustivo de los servicios de inteligencia alemanes. Hoy estamos repitiendo nuestra exigencia de que no debe haber una vigilancia sin base legal, ni en Alemania ni en el extranjero.
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