ARABIA SAUDÍ | Al menos 15 periodistas detenidos en la nueva oleada de arrestos

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El jueves 8 de febrero, el periodista saudí Saleh el Shihi fue sentenciado a cinco años de prisión por desacato a la Corte Real. Hasta entonces, su detención no era oficial, pero era uno de los 15 periodistas y periodistas ciudadanos «desaparecidos» durante la oleada de arrestos que comenzó en septiembre pasado.

El periodista saudí Saleh Al Shehi ha sido condenado, este 8 de febrero, a cinco años de prisión y a otros tantos de prohibición de abandonar el territorio tras cumplir su sentencia por desacato a la Corte Real. Varios perfiles de redes sociales dieron cuenta de su desaparición en enero, pero llevaba sin escribir en el diario al Watan desde mediados de diciembre. El 8 de diciembre había acusado en un canal saudí a la Corte Real de participar en la corrupción y el nepotismo, después de referirse a esta misma anomalía en un artículo publicado en noviembre.

Según la información de la que dispone RSF, alrededor de 15 periodistas y periodistas ciudadanos fueron detenidos en una campaña de arrestos que comenzó en septiembre pasado. Pero hasta la sentencia de Saleh el Shihi de este jueves, no se había anunciado oficialmente ninguno de los arrestos ni los posibles cargos contra los detenidos.

Reporteros Sin Fronteras ha recopilado varios testimonios que sugieren que estos periodistas «desaparecidos» fueron detenidos arbitrariamente por el régimen. Pero debido al secretismo mantenido por las autoridades o a la negativa a hablar de algunas familias por temor a represalias, se hace muy difícil saber con precisión cuántos de ellos están detenidos. Por razones de seguridad, RSF no puede revelar todos los nombres de los que tiene noticia. Pero, en cualquier caso, los estarían interrogando sobre todo por sus escritos en la prensa y las redes sociales (Twitter, Snapchat), así como por sus intervenciones en la televisión. El régimen los culpa por la falta de lealtad a la política actual de Arabia Saudí.

«Hay preocupación en Reporteros Sin Fronteras por esta ola de detenciones secretas», reconoce la organización. «Nada en la situación geopolítica de un país puede justificar que los periodistas profesionales o no profesionales sean tratados como un peligro para la seguridad del Estado y detenidos sin una razón clara. RSF lamenta que el discurso de apertura y modernidad del Príncipe Heredero Mohamed Ben Salmane, que llegó al poder el pasado mes de junio, se convierta en un revés para los periodistas. Exigimos la liberación inmediata de todos los periodistas arbitrariamente detenidos».

Oleada de detenciones desde septiembre

El economista, empresario y conocido periodista ciudadano en las redes sociales Essam Al Zamil se cuenta entre los detenidos. Lo arrestaron en septiembre pasado, al regresar de un viaje oficial a Estados Unidos con una delegación saudí. Según la información recabada por RSF, está encarcelado en la ciudad de Dammam y ha sido interrogado sobre mensajes que publicaba en Twitter desde 2011, incluida la futura venta de acciones de la empresa saudí Aramco, a lo que se opuso. Lo acusaron de estos mensajes, de incitación contra el Estado y de incitación a la sedición.

Jamal Farsi, periodista para varios medios saudíes, periodista ciudadano, empresario liberal y reformista, también fue detenido en septiembre pasado. Según algunas fuentes, son sus tweets y vídeos de advertencias contra el IVA o la venta de compañías estatales lo que le ha acarreado problemas.

El bloguero Mustafa Al-Hassan también lleva «desaparecido» desde septiembre. Se hizo conocido en Twitter y como fundador de un foro para fomentar el desarrollo de las sociedades civiles con ámbito para todo el Golfo. También es periodista del diario Sahifat al Youm, profesor universitario e investigador. Sin embargo, se había alejado de la política durante dos años para interesarse por la literatura, debido al clima político y sus problemas de salud. Otro caso es el del bloguero satírico y crítico de seudónimo Al Banakhi, que estaría detenido desde diciembre.

El arsenal represivo se renueva

El encarcelamiento de periodistas no es un hecho nuevo. Al menos tres periodistas y siete periodistas  ciudadanos cumplen actualmente penas de prisión en relación con el trabajo de información en Arabia Saudí. El conocido periodista y comentarista saudí Turad Al Amri lleva detenido desde noviembre de 2016, aunque las autoridades no se han pronunciado al respecto.

Desde junio, los periodistas han sido sometidos a presiones especialmente violentas. Algunos de ellos que estaban en el extranjero prefirieron no regresar, otros se vieron obligados a renunciar a los medios considerados como «enemigos». Según la información de la que dispone RSF, otro grupo ha optado por la autocensura al abandonar su último espacio de libertad, que eran las redes sociales. Las campañas de insultos e intimidaciones en Twitter, a instancias de los asesores del príncipe, han tenido como objetivos a muchos periodistas y periodistas ciudadanos. La implementación de ejércitos de trolls recuerda a anteriores operaciones del «ejército electrónico del Rey Salman » en 2015 y 2016.

Los medios de comunicación saudíes fueron claramente invitados a mostrar el mayor patriotismo a fines de 2017, pero ha pasado mucho tiempo desde que el reino toleró cualquier medio de comunicación libre al tiempo que cuidaba su imagen en el exterior. La nueva ley antiterrorista, aprobada a principios de noviembre y denunciada por las Naciones Unidas y las organizaciones internacionales de derechos humanos, hace que sea muy fácil enjuiciar a activistas o periodistas. Se repiten las prohibiciones sobre la escritura, como la que golpeó al periodista saudí Ahmed Adnan el mes pasado en el Líbano. El periodista Jamal Al Khashoggi ya lo había experimentado a finales de 2016, antes de la prohibición de 2017, después de lo cual se exilió en Estados Unidos.

Arabia Saudí ocupa el puesto 168, entre 180 países, en la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa 2017 de Reporteros Sin Fronteras. Más sobre el país, en el Informe Anual de la organización.