ARABIA SAUDÍ | Las autoridades estudian crear nueva agencia para censurar Internet, según un periódico local
Según el periódico saudí Al-Hayat, el jefe de la Comisión para Medios Audiovisuales, Riadh Najem, anunció el 1 de diciembre, en una reunión con periodistas y empresarios, su intención de crear una nueva agencia de vigilancia y censura a contenidos audiovisuales de Youtube y otros espacios en Internet.
La información de Al-Hayat asegura que los saudíes que quieran compartir vídeos en Internet tendrán que tener un permiso de la nueva agencia, que estará supervisada por la Comisión. «Sólo se permitirá un uso de Youtube que sea acorde con la cultura, los valores y la tradición», afirman. Por su parte el responsable de la Comisión, Najem, ha criticado ampliamente al diario por publicar esta información, pero no la ha desmentido hasta el momento.
«Internet, pese a estar ya vigilada y censurada en Arabia Saudí, es uno de los pocos espacios donde los ciudadanos pueden expresar y compartir sus puntos de vista. Pero este anuncio, de confirmarse, demostraría una vez más el empeño de las autoridades saudíes de eliminar cualquier espacio para la libre expresión y de amordazar a su sociedad civil», lamenta RSF.
La organización urge a las autoridades saudíes a abandonar esta medida y a dejar de vigilar y censurar sistemáticamente Internet, en lugar de respetar la libertad de expresión y de información.
Los ciudadanos saudíes han manifestado ampliamente su rechazo en las redes sociales a la creación de la nueva agencia anunciada por Al-Hayat. En una carta publicada el 4 de diciembre por el periódico, el jefe de la Comisión para Medios Audiovisuales exponía su rechazo al anuncio del periódico, pero no negaba el intento de dicha comisión de crear «una herramienta para proteger a los jóvenes saudíes y hacerles saber lo que es inaceptable para la sociedad y la cultura saudí».
Según Reuters, Arabia Saudí tiene más usuarios per cápita de Youtube que cualquier otro país del mundo, lo que demuestra hasta qué punto esta plataforma se ha convertido en un espacio para el debate de los problemas de la sociedad saudí, ante la sumisión de los medios tradicionales a las autoridades del país.
En 2011, éstas emprendieron un importante número de medidas destinadas a privar al público saudí de la información de las protestas que tenían lugar en otros países árabes. Unas medidas que se han ido reforzando desde entonces para restringir el flujo de información y cualquier demanda política o social.