ARGENTINA | La campaña de intimidación contra Julia Mengolini es un emblema de la intensificación del hostigamiento a periodistas bajo el gobierno de Milei

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La intensa campaña de intimidación contra la fundadora de la radio independiente Futurock, Julia Mengolini, y su medio, es sintomática de un alarmante recrudecimiento de los ataques contra periodistas en Argentina, orquestados por el presidente Javier Milei y su gobierno. Si bien la apertura de un proceso judicial en este caso constituye un paso adelante, debe garantizar  que los responsables rindan cuentas por sus actos. A  pocas semanas de las elecciones legislativas, Reporteros Sin Fronteras (RSF) insta al gobierno argentino a poner fin de manera definitiva a toda forma de hostigamiento contra los periodistas.

Deepfakes pornográficos, amenazas de muerte y de carácter sexual, denuncias penales, 93 publicaciones de Javier Milei en la plataforma X en 48 horas y difamaciones por parte de sus aliados más cercanos: el hostigamientocontra la periodista y fundadora de Futurock, Julia Mengolini, ha alcanzado tal magnitud que, el 14 de agosto, un fiscal imputó al presidente Milei, a miembros de su gobierno y a seguidores por amenazas y acoso contra la periodista. La investigación busca determinar si existió una campaña coordinada y financiada con recursos  públicos para  intimidarla. También se solicitó  a las plataformas digitales colaborar con el rastreo  del origen de los ataques. El proceso incluye medidas de protección para Julia Mengolini.

Un mes antes, el 15 de julio de 2025, Julia Mengolini había declarado ante el Congreso que había sido blanco de ataques ejecutados por una red de trolls, periodistas e influencers vinculados al presidente Javier Milei. A RSF explicó que, tras esa campaña, se multiplicaron los mensajes de odio y las amenazas de muerte, y que quedó profundamente marcada por este episodio, al que calificó como una forma de “tortura”.

Poco después de la intensificación de esta campaña de intimidación, Javier Milei presentó, el 1 de julio, una denuncia penal por difamación contra Julia Mengolini, quien había afirmado en un programa de televisión emitido en agosto de 2024 por C5N que él debía estar “enamorado” de su hermana, una declaración que después aclaró negando cualquier insinuación de incesto. Semanas más tarde, su medio Futurock fue objeto de otra denuncia penalpresentada por parte del hospital pediátrico Garrahan, que acusó a la emisora de transmitir sin autorización un programa en el marco de la cobertura de un conflicto laboral. En los dos últimos meses, el medio ha enfrentado al menos cinco inspecciones de distintos organismos oficiales, un ciberataque y agresiones contra sus instalaciones –durante tres noches seguidas, desconocidos arrojaron excrementos en la puerta de la radio–, hechos que la redacción considera parte de una campaña de persecución política.

“Debe cesar la inadmisible campaña de intimidación contra Julia Mengolini y su medio Futurock. Su calvario revela el clima hostil y la violencia del hostigamiento que enfrentan los periodistas en Argentina bajo la presidencia de Javier Milei. Durante una misión en el país en julio, documentamos una fuerte escalada de ataques coordinados –digitales, políticos, judiciales y mediáticos– impulsados por el presidente y sus aliados contra voces críticas. Si la imputación del presidente y de sus aliados representa un avance para la protección del periodismo en el país, debe conducir a que todos los responsables rindan cuentas y se ponga fin a la impunidad de estos ataques contra la prensa. RSF insta al gobierno Milei a poner fin inmediatamente a toda forma de hostigamiento contra los profesionales de los medios”.

Artur Romeu | Director RSF en América Latina

Un patrón recurrente de intimidación multiforme contra periodistas

El caso de Julia Mengolini es emblemático de un patrón recurrente de intimidación multiforme contra periodistas. Tras ser atacado repetidas veces en redes sociales por el presidente argentino, el director del medio digital El Destape, Roberto Navarro, fue agredido verbal y físicamente por un individuo en un hotel de Buenos Aires en febrero de 2025. Según Navarro, el agresor lo insultó repitiendo los improperios de Milei –en especial, llamando a los periodistas “mentirosos”– y lo empujó, antes de ser reducido por el personal de seguridad.

Otro ejemplo ocurrió en julio de 2025: tras criticar las políticas económicas del presidente y comentar aspectos de su vida privada, el comentarista político independiente Jorge Rial fue blanco de una campaña de insultos públicos por parte de Javier Milei y sus seguidores. Además, fue excluido de eventos oficiales y el propio presidente presentó una denuncia judicial en su contra por “atentar contra su honor y violar su privacidad”. Las represalias contra las críticas suelen pasar por la vía judicial. En mayo de 2025, Javier Milei demandó por difamación al columnista de El Destape, Ari Lijalad, luego de que este escribiera que el presidente “gobierna incitando a la violencia y al odio contra la disidencia”. El caso sigue en curso.

“No odiamos lo suficiente a los periodistas”

Estos ataques se enmarcan en un clima de odio alimentado por Javier Milei, quien declaró en mayo de 2025: “No odiamos lo suficiente a los periodistas.”La frase se convirtió desde entonces en un lema entre sus partidarios y en una luz verde para el hostigamiento. El presidente describe con frecuencia a los reporteros como “sicarios con credenciales”, “basura” y “prostitutas de la política”. Bajo su gobierno, Argentina cayó estrepitosamente 47 puestos en dos años en la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa de RSF, ubicándose en 2025 en el puesto 87 entre 180 países y territorios.