ARMENIA | RSF condena la violencia policial contra periodistas
Reporteros Sin Fronteras expresa su preocupación por la violencia que la policía armenia empleó el 23 de junio contra los periodistas que, junto con un grupo de unas 60 personas, esperaban frente a una comisaría de Ereván a que fueran puestos en libertad unos manifestantes detenidos esa mañana.
En un primer momento, la policía dijo a los periodistas que dieran un paso atrás con el argumento de que estaban obstruyendo la labor policial. Después formaron una línea y pisotearon los pies de los periodistas, que sólo querían cubrir la inminente liberación de los detenidos, que habían sido arrestados mientras protestaban contra el aumento del precio del gas natural.
A la periodista Ani Gervorgyan la abofeteó un policía que la reconoció porque había tratado de confiscarle la cámara el 12 de febrero. Otro periodista, Arpi Makhsudyan, fue golpeado mientras grababa con su teléfono móvil y fue obligado a detener la grabación. El camarógrafo de Gala TV Paylak Fahradyan fue agredido físicamente y su ordenador portátil fue a parar al suelo.
«Condenamos con firmeza la violencia policial contra unos periodistas que estaban simplemente haciendo su trabajo de una manera respetuosa con la ley», ha dicho Johann Bihr, responsable de Reporteros Sin Fronteras para Europa del Este y Asia Central. «Las acciones de la policía pueden quedar impunes o, de lo contrario, su comportamiento violento se repetirá y podría convertirse en la norma. Los policías que atacaron a los periodistas deben ser llevados ante la justicia».
Un total de 27 personas fueron detenidas ese día. La policía utilizó la violencia para dispersar una manifestación frente a la Comisión de Regulación de Servicios Públicos, en protesta contra una propuesta de aumento de los precios del gas del consorcio estatal ruso y armenio ArmRosGazprom.
Los detenidos fueron acusados de «desobedecer una orden legítima de la policía», en virtud del artículo 182 del Código Civil.
