AUSTRIA | RSF pide al próximo gobierno que no sea una amenaza a la libertad de prensa
La relación entre el partido ultraderechista austriaco FPÖ y los medios de comunicación se ha visto revelada al salir a la luz un vídeo en el que se incitaba al líder de la formación y vicepresidente del gobierno, Heinz-Christian Strache, a convertir un periódico en una herramienta de control mediático. Reporteros Sin Fronteras (RSF) denuncia estos métodos y pide al próximo gobierno que renuncie a tales prácticas.
El 18 de mayo, pocas horas después del lanzamiento del video, el líder del FPÖ, Heinz-Christian Strache, dimitió como vicecanciller austriaco y, poco después, otros cuatro políticos de su partido tuvieron que renunciar como ministros en el gobierno de coalición. Como consecuencia, se convocaron elecciones anticipadas.
Grabado en Ibiza en 2017, poco antes de las elecciones que permitieron al partido de Strache convertirse en el socio principal de un gobierno de coalición, el vídeo muestra al político con una mujer que se hace pasar por sobrina de un oligarca ruso. La grabación fue publicada por dos medios alemanes, Der Spiegel y Süddeutsche Zeitung.
En el video, Strache promete contratos lucrativos con el gobierno si el supuesto tío de la mujer adquiere una participación de control en el influyente periódico austriaco Kronen Zeitung y lo convierte en un medio favorable al FPÖ. Esto no sería difícil porque «los periodistas son las mayores putas del mundo», afirma el político. Strache también expresa su disposición a remodelar los medios de comunicación austriacos «como Orbán», el primer ministro húngaro que en los últimos años ha convertido la televisión estatal en una máquina de propaganda y obligado a muchos medios críticos a cerrar.
«Después de que Austria cayera cinco puestos en la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa 2019 de RSF, esperamos que este escándalo sirva para llamar la atención y garantizar que el próximo gobierno ponga fin a sus ataques a la libertad de prensa», manifiesta Pauline Adès-Mével, responsable de la oficina para la Unión Europea y los Balcanes de RSF.
La retórica del ex vicecanciller no es nueva. Los periodistas han sido objeto de amenazas en repetidas ocasiones desde que el FPÖ ingresara en el gobierno en diciembre de 2017. Las informaciones de los medios de comunicación han sido objeto de ataques verbales y los periodistas críticos han sido estigmatizados, etiquetados como «de extrema izquierda» y acusados de socavar la política gubernamental.
La violencia verbal ha llevado a algunos periodistas a autocensurarse para evitar convertirse en blanco de ataques de odio. Muchos se quejan de haber sido acosados, como en Hungría, y de que no se les permite cubrir eventos gubernamentales. Esto quedó claro en la conferencia de prensa en la que Strache anunció su dimisión, cuando algunos reporteros no pudieron hacer preguntas sobre la actitud del FPÖ hacia los medios de comunicación.
Los abogados del FPÖ han anunciado su intención de iniciar «procedimientos legales apropiados» en respuesta al video (grabado ilegalmente), presumiblemente en España, donde se filmó.
La Declaración de Derechos y Obligaciones de los Periodistas, conocida como la Carta de Munich, afirma que los periodistas no pueden «usar métodos sucios para obtener noticias, fotografías o documentos» y que deben «respetar la privacidad». También hay que considerar que el valor del interés público y la contribución al debate público sobrepasan estas consideraciones.
«Al sopesar el derecho de la persona a la privacidad frente al derecho a la información del público, como deberían, los periodistas de Der Spiegel y Süddeutsche Zeitung se decantaron a favor de la segunda, e hicieron lo correcto», agregó Adès-Mével, de RSF.
Al día siguiente el escándalo, el líder interino de FPÖ, Norbert Hofer, expresó sus esperanzas de una campaña politica “limpia” antes de las elecciones anticipadas y expresó su aprecio por los reportajes de investigación de algunos periodistas.