BIELORRUSIA | La ley para el ‘extremismo’ criminaliza el periodismo independiente
Reporteros Sin Fronteras expresa su preocupación por el impacto de la reciente legislación en la libertad de información en Bielorrusia. La ley de ‘lucha contra el extremismo’, que entró en vigor en 2007, ha abierto el camino a nuevas formas de censura y autocensura que restringen aún más la ya limitada libertad de los medios de comunicación.
«Ya sea a través de condenas o, más indirectamente, mediante la imposición de un clima de desconfianza que lleva a la autocensura, las autoridades bielorrusas están logrando su objetivo de suprimir a los periodistas críticos», sostiene Reporteros Sin Fronteras.
«Señalamos que la libertad de información es un derecho fundamental y que los gobiernos deben garantizar y velar por su respeto. Instamos a las autoridades bielorrusas a que reconsideren su actitud hacia los medios independientes».
A finales del pasado octubre, la imprenta Karandash rechazó un pedido de la oficina local de Radio Free Europe/Radio Liberty, basándose en que se trataba de una organización de noticias «extremista», a pesar de no había nada polémico en el encargo.
Como parte de la celebración de la fiesta nacional, Radio Free Europe/Radio Liberty quería que Karandash imprimiese planos del cementerio de Minsk en el que estaban señaladas las tumbas de personalidades destacadas de la historia de Bielorrusia. Karandash sospechó que los mapas fueron diseñados para fomentar disturbios contra el gobierno.
Este caso confirma el éxito de las medidas adoptadas por el gobierno con el objetivo fomentar la desconfianza y el miedo sobre el periodismo independiente. La acusación de extremismo se ha utilizado a menudo en los últimos años con graves consecuencias para los medios de comunicación y las editoriales.
La condena a los organizadores del concurso Press Photo de Bielorrusia y al editor de los álbumes de fotos es un ejemplo particularmente llamativo. El 18 de abril, un tribunal de distrito en Ashmyany, en la región occidental de Grodno, dictaminó que el libro, que contiene las 2.011 fotografías premiadas, era «extremista».
Como resultado de ello, el tribunal mandó destruir 41 ejemplares del libro e impuso multas de 217.500 rublos (unos 20€) a los organizadores del concurso, los fotógrafos Yulya Darashkevich y Vadim Zamirovski, y al fotógrafo que ganó el primer premio, Alexander Vasyukovich.
Para terminar, a la Editorial Lohvinau, que publicó en 2011 el libro Bielorrusia Press Photo, la autoridad judicial le retiró la licencia en octubre a petición del Ministerio de Información.
La ley de «lucha contra el extremismo», que la Cámara de Representantes aprobó el 14 de diciembre de 2006 y que el presidente Alexander Lukashenko firmó sólo tres semanas más tarde -el 4 de enero de 2007-, no oculta el hecho de que está destinada a ser utilizada con fines políticos y autoritarios.
Organizar, preparar y llevar a cabo actividades que menospreciar el honor y la dignidad del país, y las actividades que inciten al gamberrismo y al vandalismo por motivos políticos o ideológicos, están definidos como «extremistas» por el artículo 1 de la ley.
Los artículos 11 y 12 facultan a la Fiscalía General para suspender las actividades que considera extremistas y después pedir al tribunal supremo que reconozca su naturaleza extremista, prohibirlas y cerrar las oficinas de la organización responsable. El artículo 14 prohíbe a los medios difundir material extremista y prevé su destrucción.
Todos estos artículos han facilitado a las autoridades un arma legislativa que pueden utilizar para reforzar su campaña de represión contra el periodismo independiente.