BIRMANIA | MYANMAR | RSF urge a las autoridades a poner en libertad a dos periodistas de Reuters
Reporteros Sin Fronteras reitera su llamamiento para que las autoridades birmanas pongan inmediatamente en libertad a los dos periodistas que trabajan para la agencia Reuters, cuya audiencia ante un tribunal de Yangon está prevista para hoy, 9 de enero.
Wa Lone y Kyaw Soe Oo llevan encarcelados desde el 12 de diciembre, cuando fueron detenidos tras reunirse con dos misteriosos policías en un restaurante de Yangon. La policía anunció después que habían sido detenidos por “poseer importantes documentos secretos del gobierno relacionados con el estado de Rakhine y las fuerzas de seguridad”.
Se enfrentan a una posible condena de 14 años de cárcel bajo la Ley de Secretos Oficiales de 1923. Una legislación raramente aplicada, excepto cuando el Ejército quiere evitar ser objeto de las investigaciones de la prensa. La última vez que se utilizó fue en 2014 contra cuatro periodistas.
“Ninguna de las reclamaciones de las autoridades en este caso parece creíble”; afirma Daniel Bastard, responsable de la oficina de Asia-Pacífico de Reporteros Sin Fronteras. “Los dos periodistas han tenido la mala fortuna de interesarse por lo que está pasando en el estado de Rakhine, donde 650.000 personas de la comunidad Rohingya han huido a Bangladesh para escapar de las operaciones del Ejército”.
“La falta de transparencia, de respeto a un proceso justo, y la fabricación de pruebas, sugieren que ambos están siendo utilizados por las autoridades para intimidar a otros reporteros”.
Las autoridades han dicho que los dos policías les dieron a los documentos en el restaurante. Aunque los periodistas aseguran que no fueron ellos los que les dieron los documentos, una inconsistencia todavía no aclarada por las autoridades.
Desde que se ha iniciado el éxodo Rohingya, en agosto de 2017, los periodistas ven sistemáticamente denegado el acceso a la región, una realidad que RSF ya denunció en su última visita al país, en septiembre.
En una situación que puede tener “elementos de genocidio”, según Naciones Unidas, resulta fundamental que los periodistas puedan estar sobre el terreno y documentar lo que está pasando. Y ahora deberían ser libres para cubrir los hechos según el acuerdo firmado entre Birmania y Bangladesh el 23 de noviembre para la repatriación de la comunidad Rohingya, que supuestamente empezará el 23 de enero.
Birmania ocupa el puesto 131 de los 180 países que conforman la actual Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa elaborada anualmente por Reporteros Sin Fronteras.