BIRMANIA | RSF pide una investigación sobre la interferencia gubernamental en el despido de la periodista Fiona MacGregor
Reporteros Sin Fronteras condena el despido de la reportera de investigación del Myanmar Times, Fiona MacGregor, tras la publicación de una información sobre supuestas violaciones a mujeres de la comunidad Rohingya.
El 31 de octubre, los gestores del periódico despidieron a la periodista, su editora de investigaciones especiales, por supuestamente incumplir las políticas de la empresa y comprometer “la reputación del periódico”, además de “dañar la reconciliación nacional” en su información y en otras que había publicado, pese a no especificar exáctamente de qué manera lo hizo.
Su despido se produjo tras la publicación de una información, el 27 de octubre, sobre la supuesta violación de decenas de mujeres por parte de soldados birmanos durante una operación en el noroeste del estado de Arakan, en la actualidad conocido como estado de Rakhine, una zona con una minoría musulmana (Rohingya) perseguida.
Titulado “Decenas de violaciones en el estado de Rakhie”, la información hacía referencia a la violación de decenas de mujeres por parte de miembros de las fuerzas de seguridad durante las operaciones militares en la región. Una información recopilada entre los datos de organizaciones de derechos humanos locales y posteriormente confirmada también en otro informe publicado por Reuters.
Como informó el semanario Frontier Myanmar, los oficiales del Gobierno no tardaron en denunciar la publicación de MacGregor, y el portavoz presidencial Zaw Htay, la acusó de utilizar fuentes “increíbles”.
El exministro de Información, Ye Htut went llegó a pedir que se la juzgara bajo la sección 66(d) de la Ley de Telecomunicaciones, que criminaliza la difamación online y ha sido utilizada recientemente también para detener a los periodistas del grupo Eleven Media.
Frontier Myanmar asegura que el ministerio de Información llamó a la gestión del periódico, el 28 de octubre, tres días antes de su despido, para manifestar su descontento con el reportaje de MacGregor.
Según la información obtenida por Reporteros Sin Fronteras, la intervención del Gobierno no se ha limitado a esta llamada. Tras su despido, el departamento de recursos humanos del Myanmar Times contactó al ministerio de Información para informar que ya habían despedido a la periodista, un paso extraordinario para un periódico.
Dos oficiales del ministerio del Interior, liderados por un antiguo oficial de la junta militar, el general Yaw Sew, se presentaron en la sede del periódico, el 8 de noviembre, para confirmar que de hecho MacGregor ya no trabajaba allí.
“Los comentarios públicos del Gobierno y estos hechos sobre el despido de la periodista dejan pocas dudas de la interferencia del gubernamental en los asuntos del Myanmar Times y confirman la información que ya habíamos recopilado, que demuestra que ha sido víctima de una represalia política”, afirma Benjamin Ismaïl, responsable de la oficina de Ásia de Reporteros Sin Fronteras.
“Pedimos a las autoridades una investigación judicial sobre este abuso de autoridad para aclarar una posible implicación de miembros del Gobierno en el despido de la periodista, especialmente cuando su historia y despido se producen en un momento en el que Naciones Unidas ha manifestado su preocupación sobre la existencia de posibles crímenes contra la humanidad en Arakan”, recuerda Ismaïl.
“Al mismo tiempo, pensamos que todavía no es tarde para que la gestión del Myanmar Times reconsidere su decisión. Si no lo hace, y si no justifica su despido, el periódico podría ser denunciado por inclumplir el código laboral del país”, añade.
Tras la publicación de la información de MacGregor, el periódico prohibió al resto del equipo del Myanmar Times cubrir las operaciones militares en Arakan hasta nueva orden del ministerio de Información de cómo deben cubrirse las informaciones sobre la minoría Rohingya.
La oficina del Presidente anunció el 16 de noviembre que planeaba levantar las restricciones a la prensa en la cobertura del conflicto en Arakan. Cabe recordar que los medios birmanos y las ONG que defienden la libertad de prensa han denunciado numerosos obstáculos en la región.
Pese a los significativos avances entre 2011 y 2014, la situación de la libertad de prensa en el país sigue siendo preocupante, desde el puesto 143 que ocupa de los 180 países que conforman la actual Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa elaborada anualmente por Reporteros Sin Fronteras. El partido de Aung San Suu Kyi, ahora en el Gobierno, aún cuenta con miembros de la antigua junta militar que siguen teniendo gran influencia política.