El periodista Rodrigo Neto Faria, asesinado el 8 de marzo, en Ipatinga, es el tercer profesional de la infromación asesinado en Brasil en lo que va de año. La Ministra de la Secretaría de los Derechos Humanos, Maria do Rosário, anunció en Twitter que las autoridades federales manejan preferentemente la hipótesis de que se trate de un asesinato planeado, probablemente relacionado con el ejercicio de la profesión periodística.
Rodrigo Neto salía de un puesto de comida en la calle y se dirigía a su vehículo cuando dos individuos le interceptaron y le dispararon, sin llevarse ningún objeto personal. Neto, especialista de asuntos policiales de los medios de comunicación locales Rádio VAnguarda AM y el diario Vale do Aço, ya había denunciado ser blanco de amenazas y estar vigilado por varias personas sospechosas. Sus reportajes le habían llevado a denunciar a la Comisión de Derechos Humanos de la Asemblea Legislativa estatal la participación de policías en actividades criminales.
Reporteros Sin Fronteras recoge con satisfacción la actuación de las autoridades en Minas Gerais, enviando a doce policías de civil para ayudar en la investigación, y la atención que parecen prestar al caso las autoridades federales. Según apuntan algunas informaciones, ya habrían sido detenidos algunos sospechosos. La organización pide que se estudie de forma prioritaria el móvil profesional y se tengan en cuenta el tipo de informaciones sensibles con las que trabajaba el periodista.
«Este nuevo asesinato vuelve a poner de relieve el grave peligro al que se enfrentan en Brasil los profesionales de la información que se atreven a abordar temas de corrupción o crimen organizado en el interior de las fuerzas del orden. Los exilios temporales de los periodistas André Camarante y Mauri Köing -ya de nuevo en Brasil- hacen más evidente la necesidad de una reforma profunda en determinadas instituciones policiales», concluye RSF.