El cámara Santiago Ilídio Andrade murió el 10 de febrero, tras ser alcanzado por un artefacto explosivo lanzado en los enfrentamientos del 6 de febrero entre la policía militar y los manifestantes que protestaban contra el aumento de las tarifas del transporte público, En Rio de Janeiro.
Andrade, que cubría los acontecimientos para la televisión Baiderantes, fue trasladado al hospital Souza Aguiar, en Rio de Janeiro, ya en estado crítico con múltiples quemaduras y una fuerte contusión craneal. Pese a someterse a una larga operación, falleció cuatro días más tarde.
Reporteros Sin fronteras pide, tanto a las fuerzas del orden, como a los manifestantes, que respeten el trabajo de los periodistas que cubren los movimientos populares. La organización también solicita a las autoridades competentes que hagan todo lo posible por investigar la muerte del cámara y garantizar que sus responsables sean llevados ante la justicia. «Los ataques a profesionales de la información que cubren las manifestaciones en Brasil quedan impunes con bastante frecuencia», denuncia RSF, que insta a las autoridades del país a «tener en cuenta la gravedad de esta tragedia, máxime teniendo en cuenta la cantidad de informadores que acudirán a brasil los próximos meses a cubrir el Mundial de Fútbol y otros temas sociales, más allá de los deportivos».
Desde junio de 2013 se han producido al menos 114 ataques a periodistas, voluntarios o accidentales, y, en lo que va de año, al menos tres han sido agredidos por la policía o los manifestantes. Entre ellos Sebastião Moreira, de la agencia EFE, herido por la Policía Militar, el 25 de enero, en Sao Paulo.